(...continúa el diálogo,publicado más abajo,ante los hechos de Francia con esta reflexión,que Pilar envía al correo del blog)
Pues con lo que más de acuerdo estoy es con el primero y con el último. Creo que Pérez Royo da en tecla. Lo que hay detrás de todo este aparente enfrentamiento "cultural" es, en realidad, lo mismo que mantenemos la ciudadanía contra los "ejercientes de los poderes" o "la casta" (según Podemos), que no es más que LA COMPRENSIÓN Y EJERCICIO DE LOS DERECHOS HUMANOS.
¿Por qué en los países occidentales nos sometemos a unas legislaciones claramente injustas y llenas de contracciones?
Todos
firmaron la Declaración de los DD.HH. pero los gobiernos sólo la
utilizan por como un cañón más, no para solucionar los reales problemas
de superviviencia de la gente. ¿Cómo no va a generarse el odio?
Se
recurre a lo más sagrado del SER humano (su ESPÍRITU, sus valores, lo
que nos conforma como SER) para justificar la violencia y la perversión
contra los que PARECEN distintos. Pero, ¿no creéis que a lo que se
apunta ahora: nuevas estrategias, nuevos enfoques, ... es al DIÁLOGO
profundo desde el fondo de lo que significan nuestros valores y los
suyos?
Estoy convencida de que en ese fondo (profundo)
descubrimos que se trata de lo mismo: la supervivencia de la VIDA, en
todas sus formas, culturas y diversidad. Sólo llegando a ver ese punto
es posible el respeto y la confianza necesaria para CONSTRUIR LO NUEVO y
la gente ya va teniendo INTUICIONES en ese sentido. Como dice el primer
artículo, se combate la violencia con SOLIDARIDAD y en vez de acciones
odiosas, se reconstruye lo destruido, se curan heridas y se ayuda a la
educación. Hay que hacerlo patente, divulgarlo y colaborar con ello para
que sean más grandes esos EJÉRCITOS DE COOPERANTES y que disminuyan los
de las armas.
El mundo sería distinto si en vez de ser
obligatorio el servicio militar, lo fuera el voluntariado en países en
desarrollo. Ver desde bien jóvenes la cantidad de gente que hay que no
vive como nosotr@s y tener la necesidad de expandir nuestras mentes para
comprender distintas formas de pensar, sentir y hacer las cosas.
L@s
que queremos participar en construir un Mundo mejor, más justo y
pacífico, tenemos que acostumbrarnos a trabajar con la gente en toda su
diversidad (género, carácter, creencia, cultura...).
Yo creo que ese es nuestro reto.
Bueno, perdón por el discurso, ya conocido.
Besos para tod@s y hasta en domingo de "prácticas de vida buena" (me alegro de que os guste la expresión).
Pilar
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