viernes, 23 de enero de 2015


 (...continúa el diálogo,publicado más abajo,ante los hechos de Francia con esta reflexión,que Pilar envía al correo del blog)

Pues con lo que más de acuerdo estoy es con el primero y con el último. Creo que Pérez Royo da en tecla. Lo que hay detrás de todo este aparente enfrentamiento "cultural" es, en realidad, lo mismo que mantenemos la ciudadanía contra los "ejercientes de los poderes" o "la casta" (según Podemos), que no es más que LA COMPRENSIÓN Y EJERCICIO DE LOS DERECHOS HUMANOS.
¿Por qué en los países occidentales nos sometemos a unas legislaciones claramente injustas y llenas de contracciones? 
Todos firmaron la Declaración de los DD.HH. pero los gobiernos sólo la utilizan por como un cañón más, no para solucionar los reales problemas de superviviencia de la gente. ¿Cómo no va a generarse el odio? 
Se recurre a lo más sagrado del SER humano (su ESPÍRITU, sus valores, lo que nos conforma como SER) para justificar la violencia y la perversión contra los que PARECEN distintos. Pero, ¿no creéis que a lo que se apunta ahora: nuevas estrategias, nuevos enfoques, ... es al DIÁLOGO profundo desde el fondo de lo que significan nuestros valores y los suyos? 
Estoy convencida de que en ese fondo (profundo) descubrimos que se trata de lo mismo: la supervivencia de la VIDA, en todas sus formas, culturas y diversidad. Sólo llegando a ver ese punto es posible el respeto y la confianza necesaria para CONSTRUIR LO NUEVO y la gente ya va teniendo INTUICIONES en ese sentido. Como dice el primer artículo, se combate la violencia con SOLIDARIDAD y en vez de acciones odiosas, se reconstruye lo destruido, se curan heridas y se ayuda a la educación. Hay que hacerlo patente, divulgarlo y colaborar con ello para que sean más grandes esos EJÉRCITOS DE COOPERANTES y que disminuyan los de las armas. 
El mundo sería distinto si en vez de ser obligatorio el servicio militar, lo fuera el voluntariado en países en desarrollo. Ver desde bien jóvenes la cantidad de gente que hay que no vive como nosotr@s y tener la necesidad de expandir nuestras mentes para comprender distintas formas de pensar, sentir y hacer las cosas.
L@s que queremos participar en construir un Mundo mejor, más justo y pacífico, tenemos que acostumbrarnos a trabajar con la gente en toda su diversidad (género, carácter, creencia, cultura...). 
Yo creo que ese es nuestro reto.
Bueno, perdón por el discurso, ya conocido.
Besos para tod@s y hasta en domingo de "prácticas de vida buena" (me alegro de que os guste la expresión).
Pilar

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