
Texto 01 preparatorio para el Finde 11-12 junio 2016
Tema: "Ser y crecer como Persona mujer/hombre"
* Por cada mujer
fuerte cansada de aparentar debilidad, hay un hombre débil cansado de parecer
fuerte.
* Por cada mujer
cansada de tener que actuar como una tonta, hay un hombre agobiado por tener
que aparentar saberlo todo.
* Por cada mujer
cansada de ser calificada como “hembra emocional”, hay un hombre a quien se
le ha negado el derecho a llorar y a ser delicado.
* Por cada mujer
catalogada como poco femenina cuando compite, hay un hombre obligado a
competir para que no se dude de su masculinidad.
* Por cada mujer
cansada de ser un objeto sexual, hay un hombre preocupado por su potencia
sexual.
* Por cada mujer
que se siente atada por sus hijos, hay un hombre a quien le ha sido negado el
placer de la paternidad.
* Por cada mujer
que no ha tenido acceso a un trabajo o a un salario satisfactorio, hay un
hombre que debe asumir la responsabilidad económica de otro ser humano.
* Por cada mujer
que desconoce los mecanismos del automóvil, hay un hombre que no ha aprendido
los secretos del arte de cocinar.
* Por cada mujer
que da un paso hacia su propia liberación, hay un hombre que redescubre el
camino hacia la libertad.
Autoría: anónimo
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Análisis:
“Hoy más que nunca, la causa de la mujer es la
causa de toda la Humanidad” (B. Boutros Ghali).
En nuestro caso y
utilizando terminología del psicólogo Jung, re-animar tiene que ver con ánima, con
lo femenino, con aquello que está presente en todo ser humano, sea hombre o
mujer, aunque evidentemente en diferentes proporciones. De la misma manera que
ánimus está relacionado con lo viril, pero está también presente en todos los
seres humanos. Ánimus y ánima configuran
al ser humano y en definitiva a la Humanidad.
Pero lo femenino ha
sido enormemente infravalorado y oprimido tanto en los hombres como en las
mujeres, aunque de forma muy distinta; y esto perjudica a todo el conjunto
humano: “Tenemos una ciencia machista, una sociedad fundamentalmente masculina
e iglesias misóginas.
Por eso vivimos en un
estilo de sociedad pobre, sin la irradiación del ánima .Y las mujeres han sido
las mayores víctimas de este estilo de vida”. Por supuesto que esto es verdad,
pero, además, es cierto que el ánimus también ha sido manipulado y
desproporcionado en los varones, a la vez que oprimido y `suprimido' en las
mujeres. También el ánimus necesita ser rescatado y equilibrado.
Este desajuste ha
conducido a un empobrecimiento que toca a la humanidad entera, a la forma de
ser, a la identidad de los hombres y de las mujeres, y, por supuesto, afecta a
las relaciones y en definitiva al equilibrio humano. A nuestro mundo, a las
estructuras personales, políticas, sociales... e incluso eclesiásticas les
falta “alma”.
Re-animar la Tierra
viene a sugerir algo así como una tarea de rescate que a la vez propicie una
revitalización, un desarrollo distinto para que la Humanidad cambie y crezca espiritual
y personalmente de manera nueva, cultive la interioridad y vigorice el amor,
para que, en definitiva, así se plenifique. E incluso para que nuestra relación
con el Mundo y la vida se modifique y sea diferente.
A nuestro mundo,
culturas, estructuras... –dicho de forma simple y plástica– les falta ánima y
le sobran formas concretas de ánimus y, así, la totalidad está desequilibrada.
Además, este desequilibrio fundamenta unas relaciones injustas y jerarquizadas,
excesivamente basadas en el poder, que relegan la dimensión femenina y
absolutizan la viril. El caer en la cuenta de todo ello lleva al deseo de una
transformación profunda.
Las mujeres comenzaron
a intuirlo y crearon los movimientos feministas de liberación, no sólo porque
se sentían –y se sienten– asfixiadas bajo el peso de la estrechez y de la
injusticia; eso también, y desde luego esa experiencia de opresión generalizada
es decisiva, prioriza la lucha y despierta a las mujeres.
Pero además estaban
convencidas de que: “El mundo de la humanidad posee dos alas: una es la mujer y
la otra el hombre. Hasta que las dos alas no estén igualmente desarrolladas no podrá
volar. Si una de las alas permanece débil, el vuelo será imposible”. Realmente necesitamos
una Humanidad nueva; queremos volar.
María José Arana, teóloga
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