martes, 30 de octubre de 2018

Reflexión ante las elecciones en Brasil


LEER EN LOS MOVIMIENTOS DEMOCRÁTICOS
Hoy, como tantas personas, me asomo a la ventana de mi mundo en los medios de comunicación. Dos o tres titulares acaparan la prioridad de seguirlos leyendo. Hoy, además de la derrota del Real Madrid, como triste titular de ocio, me interesa el resultado de las elecciones en Brasil, ese gigantesco país de América de cuyas inseguras elecciones estamos preocupados. Pues sí, las elecciones las ha ganado Bolsonaro, representante de cierta derecha extrema.
Es interesante escuchar la opinión y análisis del periodista Iñaki Gabilondo al respecto.
Esta noticia, junto a otras sobre conductas violentas y de guerras, fraudes, sesgo partidista a las verdades y tantas otras de cariz negativo que nos llegan, me conduce hacia un estado negativo de opinión sobre esta sociedad. Y le echo muchos momentos de reflexión buscando para mí una explicación, tanto de causas como de pistas de solución. Lo necesito porque, ante la tempestad de acontecimientos y de interesadas interpretaciones de las que somos víctimas, es muy necesario darles más de una vuelta para clarificarse ante la sensación de caos y de ese tradicional “hasta donde vamos a llegar” de nuestros mayores. Me hace daño, no puedo aceptar la sensación de estar ante el caos. Hay que huir de esa sensación buscando esperanza y visión positivista sí o sí, por ser el estado natural de una humanidad sana.
Por ello, analizando el ambiente sociopolítico que nos invade y a propósito de los resultados en Brasil, observo algunas constantes que me ocupan el pensamiento: abunda la injusticia y desigualdad en el pueblo hasta el hambre, los movimientos migratorios están llenos de muertes, la honestidad ante la verdad está ausente en política y economía y la falta de educación en nuestros ambiente se está deteriorando por frustración. Esto siempre ha existido pero hoy nos está cegando los ojos de tanto hacérnoslo verlo.
El desfile de programas políticos que nos presentan vienen ya viciados por las formas de comportamientos de puro ego. Hay un desfile en donde el ciudadano le gustaría hacer su elección tomando algunas cosas de acá y otras de allá, pero hay que cargar con el paquete según opción. Siempre he pensado que el mal menor o el bien mayor sobre lo inventado en esta historia humana es la socialdemocracia y sobre ello voto, a veces cerrando los ojos al riesgo. Porque si miras a la derecha ves los males del neocapitalismo, y conforme giras la escala hacia la izquierda, te gustan los planes de reparto e igualdad, pero, conforme apuras en esa dirección, encuentras tanta insensatez y torpeza tirando alegremente por la borda valores nobles conservados por la gente que no puedes votarle,  desde una antropología más integral. ¡Qué desperdicio de votos trae la falta de equilibrio y de madurez en gente bastante maja! Y sobre todo, nunca la sociedad ha estado tan escasa de pedagogía. Pero, como en Brasil, tendremos el alcalde que nos merecemos!
Jesús Sánchez Valiente, psicólogo
29/10/2018  Sevilla

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