Mis vínculos primitivos con la naturaleza en mis primeros años de vida que han quedado a modo de impriting son el sol, los charcos, las libélulas, las malvas, las piedras chinas y la tierra amable y libre para jugar pues sólo había asfalto entonces en las carreteras.
La admiración por todo ello, por color y el olor, por cuanto suponía de invitación a desarrollar sueños y creatividad de juegos diversos, los desniveles de la tierra, el caminar pausado y exótico de animales con sus arrieros cada día, excepcionalmente el parto de una cabra o de una burra, la ternura de l@s burr@s.
La admiración por todo ello, por color y el olor, por cuanto suponía de invitación a desarrollar sueños y creatividad de juegos diversos, los desniveles de la tierra, el caminar pausado y exótico de animales con sus arrieros cada día, excepcionalmente el parto de una cabra o de una burra, la ternura de l@s burr@s.
Estas primeras experiencias
despertaron en mi la admiración, la curiosidad y un sentimiento agradecido por
la gratuidad de lo recibido lo que yo traduzco como mi inicio en la experiencia
religiosa y la aún no entendida entonces acogida del misterio, donde nació mi
fe, producto de mi alegría interior para siempre. “La música interior que acompaña mis pasos”.
Esto es lo que ahora conecta
con la espiritualidad ecológica reflexionada y llamada a una mayor reflexión y
compromiso planetario.
En segundo lugar, el texto
sobre Laudato si me confirma lo que
siento como contrario, aunque hoy sea tan necesario como es “la fragmentación
del saber y del actuar”. El rechazo a ese reduccionismo de inmanencia, de
expansión de tanta belleza muerta en su génesis (modas, estéticas, etc.) naves
sin rumbo FIB (felicidad interior bruta) sólo el del PIB.
El capítulo IV da en la diana
de mi existencia y experiencia de compromiso social, teológico y político. El
análisis del planeamiento urbano, es inexorablemente un medidor de pasos que
transforma el tiempo en procesos personales, grupales, municipales etc. Lo pertinente según se trate de.., pero que trasciende lo inmediato, yo siento y
sufro la lentitud de mis pasos las muchas limitaciones, el camino tortuoso,
pero sé adónde voy. Más que dirección yo
diría que es un estadio permanente de
encuentro transformador no fragmentado de la conciencia, a través de la
formación (sistemática feminista) para la vida.
Desde mi punto de vista lo
urgente es saber dónde estamos, donde estoy. Tomar conciencia de ello es el
primer paso hacia la libertad, a la conciencia de derechos y a la corresponsabilidad cósmica.
El 4º texto, es justamente el
que me sitúa en una dimensión diminuta y real de mi conciencia ecológica, me
evidencia la actitud pueril en la que me encuentro aún respecto a mi relación
cósmica, es decir sólo sé que me parió la tierra y tengo fuertes vínculos que
laten pero aún no los reconozco con claridad quizás esté muy lejos aún porque
ciertamente no tengo una conciencia adulta o porque no he tocado fondo y esto
es inquietante para mí.
Pido perdón humildemente a la
tierra y quienes la habitan, especialmente a l@s aquí presentes por mi limitada
capacidad de amar que no es otra cosa que devolver lo recibido.
Gracias por hacer posible este
espacio, que como una semilla agradecida y comprometida amorosamente con la
vida, con su espiritualidad, intenta germinar trascendiendo hacia la acogida
del misterio en el que somos, nos movemos y existimos.
Mercedes
Mercedes
24-25 octubre 2015
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