martes, 21 de junio de 2016

Aportación de asistentes al finde del pasado junio. El firma como Álvaro

Búsqueda de Dios
Es mi tercer finde y ya puedo empezar a decir que, como principiante, eso sí, acumulo alguna pequeña experiencia. Pertenezco a una comunidad cristiana que se reúne todos los jueves desde hace unos cuarenta años, ya no tenemos cura por que el pobre murió hace algunos años. Luego vino otro cura amigo, pero le resultamos demasiado incongruentes, así que nos volvimos a quedar huérfanos de jerarquía.
En la última reunión que me tocó preparar como estaba leyendo un libro de un tal Manuel Guerra titulado Confesión de un creyente no crédulo, encontré este texto que me gusto como tema y que en este finde he vuelto a releer. Decía así: Ciertamente somos personas, pero solo en potencia. Para llegar a serlo debemos construirnos a nosotros mismos. Somos como un bloque de granito, en el que ya hay oculta una escultura, pero ésta solo será realidad con el trabajo del escultor. Moldearnos a nosotros mismos es una ocupación nuestra y para toda la vida. Aquí no hay desempleo. Los parados serán por voluntad propia. Y deberán cargar con las consecuencias, pues nadie se hace persona simplemente con el paso de los años.
Primera conclusión: nuestros findes pertenecen a esa categoría de experiencias que se realiza simultáneamente en muchos lugares. Aunque bajo diferentes formas, pero con un denominar común: la búsqueda, fruto de la insatisfacción con lo realidad y de la esperanza en que ésta puede mejorar. Como sabéis, una de las experiencias más intensas y dramáticas de mi vida fue cuando con 26 años me fui a Chile.
La experiencia de ver derrota la fuerza de la ilusión y la utopía por la realidad de los procesos económicos, (inflación del 1.000%) me llevó a tratar de entender el funcionamiento del capitalismo y estudié económicas. Y cada vez sé más, pero entiendo menos, aunque barrunto la que se avecina. Los investigadores de nuevas tecnologías están planificando un robot que con un coste previsto de 20.000 € realizará cualquier labor repetitiva que no necesite una formación superior a la EGB. Trabajará 24 horas diarias, 365 días al año, lo cual supone sustituir a 4 hombres de jornada completa. Por tanto, por la cuarta parte de 20.000 euros es decir 5.000, tendremos un trabajador efectivo, sin reivindicaciones salariales que durará, sin reparaciones, un mínimo 5 años. Coste final del salario 1.000 euros anuales. ¿Qué empresa se resistirá a esta forma de producir? ¿Quién de nosotros va a negarse a comprar sus baratísimos productos? El que dude, que piense que utilidades tenían nuestros teléfonos hace 10 años. ¿Dónde van a quedar los descartados, que decía el Papa Francisco?
Con 70 años he llegado a la conclusión de que las nuevas experiencias deben construirse sobre las anteriores, lo que a mí me gusta llamar la experiencia de la experiencia. Más que nada para evitar repetir los errores. Así que BUSQUEDA sí, pero cautelosa, o mejor atrevida, pero no ingenua. Y en esas estamos procurando no caer en el mismo agujero, en cuestiones de búsqueda de transformación de la sociedad. Pero esos interrogantes que ocupan el 50% de mis preocupaciones se mezclan con la otra búsqueda, que ya no depende de las expectativas de las encuestas, ni de lo que diga el recuento de votos, o los pactos deseados, o frustrados. Ahora yo, con mis intransferibles, pero no incomunicables experiencias tengo que dar mi respuesta, mía, aunque compartida. Seguir en la búsqueda de ese mi otro yo, que me he encontrado, ese yo que no me pertenece, al que antes llamaba Dios y que ahora es un interrogante cercano y amigo.
Vuelvo a la experiencia de este finde. He leído en un texto de ayer que las formas de dominación del patriarcalismo no son características de la historia que nos dio origen como seres humanos, sino más bien una característica de seres pre-humanos como los chimpancés. No estoy de acuerdo. Es que nosotros hemos sido chimpancés. Y esto es para mí importante. La idea de Reengendrar sugiere también como un nuevo intento de repetir un inicio que surgió fallido. Yo no lo veo así. Siguiendo a Teilhard en sus convicciones evolucionistas, no estamos recuperando una cualidad perdida, pues nunca la tuvimos, sino conquistando una nueva.
Sí estoy de acuerdo con Ivone Gebara en que “ El amor como origen, significa que mucho antes del género humano, en el seno de la evolución de la tierra, la atracción de los seres, la reciprocidad y la interdependencia fueron siempre condiciones de todo lo que existe. Según Teilhard nuevamente, la atracción sexual, no es sino una forma evolucionada de otras fuerzas escondidas en lo profundo de la materia, como es la atracción de las partículas subatómicas o la fuerza de la gravedad con la que se atraen los astros. Para él el amor no sería otra cosa que la forma más evolucionada y definitiva de esas atracciones.
Pero no estoy de acuerdo con la expresión del personalismo de que el cosmos nos proporciona una magnifica lección de solidaridad, diciéndonos franciscanamente que nos acompañan nuestros hermanos los árboles y las hermanas flores y los hermanos animales. Puede que yo tenga que solidarizarme con el cosmos y llamar al lobo, hermano lobo, como aquella revista de humor, pero es también cierto que no siempre el lobo va a solidarizarse conmigo. Y eso lo sabía San Francisco, que estaba siempre dispuesto a sufrir las consecuencias.
Tengo un hijo que pertenece a lo que podríamos llamar practicante laico, pero no en sentido metafórico, sino real, es decir practicante de la laicidad. A mediados de febrero llevaron a su hija al hospital, con el típico catarro que no se curaba. El asunto terminó con una intervención a vida o muerte, por la bacteria pseudomona. Mes y medio en la UCI.
Una nueva experiencia de la vida que vuelve a cuestionar la imagen de Dios y la forma de buscarle. ¿Cómo rezar al dios que es el que ha hecho la bacteria pseudomona, para que cure a una niña de 14 meses, que tiene la bacteria pseudomona?
Estoy trasladando al manchego un libro de Elizabeth A. Johnson titulado LA QUE ES. En la introducción dice: El lenguaje sobre Dios de la teología llamando a Dios, Padre, Señor, Rey Todopoderoso, etc. utiliza términos que ponen de manifiesto ideas patriarcales propias de los machos dominantes. Es prematuro todavía traducir las intuiciones femeninas a un lenguaje sobre Dios. Las experiencias de las mujeres siguen generando nuevas forma de dar nombre a las cosas. Estamos todavía construyendo, buscando, dando forma a nuestro nuevo estilo. Debemos partir, sí, de los sistemas teológicos tradicionales y no negarlos, pero estos irán cambiando conforme progrese el discurso feminista. Y ella cita a otra teóloga Susan Sontag que dice: hay modos de pensar que todavía desconocemos y por tanto hay modos de pensar sobre Dios que también desconocemos. Nuestra autora confiesa que: tanto por lo que dice, como por lo que no dice en este libro, ella es testigo de esa verdad. Y termina: abrigo la esperanza de que el camino por el que me aventuro sugiera líneas de pensamiento y de acción que profundicen en la justicia hacia las mujeres y en el recto lenguaje sobre Dios, dos cosas inseparables.
Pero esto será ya experiencias para otros y desconocidos findes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario