(Ver abajo Orden del Día)
MANIFIESTO POR UN DESARROLLO RESPONSABLE
André Schuschny. (Licenciado en C. Físicas. Doctor en
Economía. Desarrolla actividad académica en Universidades Suramericanas y participa
en organismos internacionales)
Nota Es un manifiesto extenso y he ido entresacando,
lo que a mi parecer, puede aportar ideas
a nuestro encuentro “ Espiritualidad y Política” también he añadido a este resumen, algo de mi cosecha. Esperanza Morales, sept. 2017
Toda la historia está hecha de crisis,
pero nunca como hoy la crisis tomó dimensiones tan universales y se
extendió a tantos aspectos de la vida social e individual. El surgimiento de la economía global ha dado lugar a la concentración de las
fuerzas productivas en manos de grandes corporaciones multinacionales,
concentrando el poder en unas pocas manos en el mundo, esto no tiene
precedentes hasta ahora, en la historia de la humanidad.
Viene apoyado por la
omnipresencia de los medios masivos de comunicación controlados por esta élite,
generando una capacidad de dominio sobre la mente de las personas a quienes
desinforman para manipularlas y ponerlas al servicio del consumo y sumergirlas
en la apatía e indiferencia de los problemas sociales y medioambientales que
padecemos.
En una radiografía de la situación actual ofreciendo algunos datos,
tenemos:
-800 millones de personas se acuestan con hambre todas las noches. Aquí
hago referencia a una frase de nuestro amigo Pepe Esquinas que dice. “el hambre
existe en el mundo, porque no es contagiosa”
La tendencia de disminución del hambre se ha estancado, iniciándose un
repunte en estos dos últimos años.
-3500 millones la mitad de la población mundial vive con menos de 2
dólares al día.
-El 1% de la población mundial controla el 40% de la riqueza mundial
Observamos que hay una tremenda pobreza y una tremenda desigualdad. Esto
nos llama a la necesidad de transformar esta situación.
Se dice que los niños y jóvenes son el futuro y estos suman 1/3 de la
población mundial pero para la mayoría de ellos su porvenir es: Miseria,
exclusión y sufrimiento.
En nuestro entorno cercano
Andalucía, el paro de los jóvenes alcanzan a más del 50%, Y un millón de
andaluces está en situación de pobreza extrema.
Mitigar esta situación no requiere grandes recursos. Nunca como hoy el
hombre tiene a su disposición medios materiales tan eficaces y nunca como hoy
se ha visto a si mismo tan privado de valores que confieran sentido a su vida,
y poner remedio a todo esto.
Pero estamos anestesiados, insensibles al dolor ajeno, Somos una
civilización frívola y superficial. Vivimos para producir y consumir. Y este
modelo consumista impuesto no piensa en
la producción según necesidad de las personas ( comida, casa, educación, salud,
ocio….. Sino en el consumo mismo. El consumo es el fin en sí mismo, no un
medio.
El esfuerzo para revertir esta situación nos llama a una acción individual y colectiva
verdadera y responsable. Y así la
satisfacción de la necesidad material de unos (empobrecidos) sería, la
satisfacción de la necesidad espiritual de otros (enriquecidos)
El mundo del mercado trata de vendernos algo que no tiene: Acceso a una
vida plena. Nos ofrece una vida plena materialmente (comodidad, conocimiento,
confort, diversión….) Pero esto tenemos
que completarlo, solo esto no vale, no es vida plena. Lo completamos con
responsabilidad individual, colectiva y con el planeta.
Podemos entrar en un Centro Comercial
o “Shopping Centers” con una repleta tarjeta VISA. Pensamos en el
impacto de lo que compramos: Comida, textiles, electrodomésticos.
Qué pasa con los agricultores? O las trabajadoras de las maquilas? O la
obsolescencia programada. Que le pasa a la naturaleza con tanto residuo
innecesario?
No crees que generamos de forma inconsciente, demasiado sufrimiento con
nuestra conducta cotidiana. Aquí me viene a la memoria una frase de Hannah
Harendt…. “la terrible levedad del mal”.
Pero imaginemos un mundo donde las personas aprendan por siempre, donde
lo imaginado es más interesante que lo conocido, donde la curiosidad cuenten como el conocimiento científico
técnico.
Imaginemos que el mundo de los negocios imaginara un mundo, en donde a
todos nos gustara vivir…. Necesitamos
creerlo. Necesitamos soñar.
Y sí que podemos soñar y hacer realidad lo imaginado, en nuestra pequeña
escala, se trata de que cada uno de nosotros seamos sujetos de esta ilusión de
este “desarrollo responsable”. Reinventar una relación comprometida en nuestro
propio ámbito. Para esto, todo cuenta, cada idea, cada conversación, cada
acción. Necesitamos tratar los problemas desde la raíz, hemos de desmenuzarlo
todo por nosotros mismos Se requiere de nosotros responsabilidad de las
consecuencias de cada una de nuestras acciones. Aquí viene ni pintado otra frase
famosa de Ganhdi “Se el cambio que quieres ver en el mundo”.
Necesitamos ser capaces de imaginar y crear las condiciones para que la
humanidad no viva en beneficio del desarrollo, sino el desarrollo en beneficio
de la humanidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario