jueves, 30 de julio de 2020

Aportaciones de participantes en la Escuela de Verano 1

Publicamos algunas reflexiones y trabajos con el permiso de autor/a


REFLEXIONES DE VERANO SOBRE LA ESPIRITUALIDAD
 Reflexionar sugiere estar en disposición relajada para facilitar así el flujo de pensamientos, ideas, sensaciones y sentimientos sobre algo que nos preocupa o interesa. Este verano está resultando para mí una especie de miscelánea en la que se dan “ tropezones” de muchas cosas y un poco, poquito de disposición a la reflexión, justo cuando más lo necesito. Con estos antecedentes quiero compartir, con las y los participantes de esta especie de colonia veraniega que hemos constituido, algunas de las cosas que me han sugerido las lecturas de los textos enviados, y algunos más, y la escucha de las conferencias visionadas.

 Del texto de Vigil, que me ha encantado, destacaría la frase “ la espiritualidad es una realidad universal y sumamente personal”, me parece autentica y genial, me siento plenamente identificada con ella, siento que su texto es muy elaborado, muy documentado pero a la vez se me hace cercano, sencillo y profundo. Llega al fondo, no se anda por las ramas, es directo. Su discurso se basa en el sentido común, que es nuestra herramienta más trillada y, en el conocimiento común, conocimiento al que puede acceder cualquier persona que esté interesa en ello.
Desmantela una idea que a mí se me transmitió desde la cultura religiosa y aunque no soy creyente ni me siento cercana a una vivencia de la existencia desde lo religioso, no puedo negar que, algunos planteamientos procedentes de esa cultura,  me  alcanzaron y han impregnado mi ser y mi estar en la vida. La idea a la que me refiero es la de que “no todos son agraciados con la experiencia de la fe”. Yo no me he sentido tocada por ese don, no he creído en un Dios todo poderoso, aunque reconozco que me hubiera gustado. La idea de Dios suscitaba muchas preguntas que no alcanzaba a responder, alterando así, mi curiosidad innata.  Por otro lado, también de esa cultura religiosa me llegó la frase, creo que de San Pablo, “somos templos de Dios”, imagen esta que yo entendía como un Dios que formaba parte de mí  y yo de él, como si de una fusión se tratara. Pero a la vez esa imagen material de Dios como hombre bondadoso, y otras cosas más, que se nos ha transmitido, me chirriaba, me producía una desconfianza y una dificultad para conectarme con ella. Esa imagen de fusión, de templo divino en nuestro interior, dio lugar a una “sensación-reflexión”  sobre ello, entendiéndolo como una dimensión del ser humano tremendamente poderosa, sublime, algo que no alcanzamos a comprender ni a dimensionar,  que se instaló en mí, casi, como una certeza. La semilla de buscar en ese templo interior ha ido germinando y echando raíces. Esa mirada interior, esa búsqueda del silencio para encontrar lo que somos,   se ensambla con algo en mí que a veces me hace sentir cosas muy especiales.  Ese castillo interior que ando buscando me lleva a tomar conciencia de mi consciencia, pero, como en toda búsqueda del tesoro, el camino no se presenta fácil y hay que estar pendientes de las señales para no perdernos.
Para mí, el encuentro y contacto con la consciencia es un motor que nos permite encontrar respuestas, potenciar nuestras capacidades, cargarnos de energía, bajar a nuestras miserias, subir y volar por nuestro espacio de sueños y fantasías, reconocer y comprender  al otro, respetar y aceptar nuestras limitaciones,  amarnos, amar  a pesar de…, etc. etc. Vigil me ha hablado desde su

conciencia y ha llegado a mi consciencia y lo ha hecho desde el sentido y el conocimiento común, herramientas necesarias para adentrarnos en lo que somos. 
Otro texto que he leído, de Enrique Martínez Lozano, ahora no recuerdo si era un texto o un conferencia en youtube, destacaría la siguiente frase; “ La espiritualidad es un camino que va del estado mental al estado de presencia”. Este es el camino que yo vislumbro difícil de recorrer. Cómo se llega a la presencia? . Su respuesta es, “ a través del conocimiento y  de la sabiduría”, sabiduria que es una dimensión que va más allá del conocimiento, cuando ese conocimiento se impregna en cada célula de tu ser y se instala para formar parte de ti y quedarse contigo. Este planteamiento me parece de una gran profundidad,  “son palabras mayores” dichas por peregrinos de la espiritualidad. Otra de ese conjunto de palabras o frases “mayores” que nos van dejando por el camino es,  según Pablo d’Ors,  la de que” el silencio y la contemplación te transforma”.
Frases como “somos presencia en la que aparecen todos los contenidos” o esta otra “si somos presencia consciente ¿por qué vivimos ignorándolo?, son frases que presentan una enjundia y profundidad que da para muchos veranos, para muchas reflexiones, para mucha introspección y toma de conciencia y para mucho más, todo esto hay que digerirlo poco a poco, al menos mi aparato digestivo no me permite grandes  atracones.
Dejo aquí mi reflexión, si puedo, espero tener la oportunidad de volverme a sentar y dedicar algún tiempo más, en este verano peculiar, para reflexionar y contemplar sobre estas señales que otros, que van más avanzados en el camino, nos van dejando para guiarnos.

                                                                              Mª Luisa,
                   29 de Agosto de 2020. Hoy día de Sta. Marta y Sta. Beatriz.  

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