sábado, 1 de agosto de 2020

Aportaciones de participantes en la Escuela de Verano 4

Esta es mi reflexión.  Marilo Moya
Ahí va mi comentario:
El texto de Vigil se me hace difícil de entender y aun mas de comprender. Me pierdo en las ideas implícitas entre líneas, los paréntesis y las acotaciones de lo que quiere q entre en las definiciones y lo que no. Por lo tanto, con todos mis respetos hacia el autor, no me dice nada ni me enseña nada.
Sin embargo, las exposiciones de María Toscano y las de Arregui me han tocado bastante. Especialmente Toscano, cuando habla de la búsqueda de nuestro propio nombre...de nuestro propósito. Un nombre con el que somos llamados y que buscamos incesantemente cuando emprendemos el camino de la espiritualidad.
M. Toscano nos habla más bien de la mística desde nuestra propia tradición llámese cristiana u occidental. Y a mí eso es lo que me enamora de esta mujer cuando la oigo o la leo.
Yo me pregunto si la mística es religión o es espiritualidad.
Yo me aparté de la religión en mi juventud, pero no de mis creencias (religiosas por supuesto) y con ellas me mudé hacia posiciones más orientalistas, que si el budismo que si hinduismo que si el karma...etc. Pero me di cuenta de que al final, cuando profundizas un poco en cualquiera de ellos, te encuentras con el dogmatismo del que trataba de huir.

En esa huida me pongo a la búsqueda de lo que hace eco en mi espíritu...y por muchos caminos y senderos me tropiezo una y otra vez con la mística. Cualquiera de las místicas de cualquier religión me parece a mí que es como la estructura de un edificio...un gran edificio o un pequeño edificio. Según se mire. La religión es ese edificio que normalmente nos lo encontramos ya hecho con todas las indicaciones, puerta de entrada, de salida, el lugar donde descansar, el de mirar, el de experimentar miedo...etc. Pero buscamos algo más...buscamos las estructuras de esos edificios...los porqués y los para qué. Y ahí está la mística...que lo va explicando todo...despacito a veces demasiado despacio. Toscano nos habla de la mística occidental...y femenina mayormente. Y yo, con ello no me tengo que plantear la frontera entre la religión y la espiritualidad. Solo se trata de un saber que es experiencial y no mental. Y es eso lo que a mí más me con-mueve.
Con Arregui me ocurre algo similar porque igualmente se intuye en su exposición que habla desde su experiencia. Y cuando cita los diversos nombres del Espíritu en sus diversas tradiciones te das cuenta que el espíritu uno solo y que es lo que sostiene la vida en ese continuo batir de sus alas. Es lo impermanente.  Esta antes y después de nuestros pasos por la tierra. Por eso el dice q espiritualidad es TODO. Y como decía J. R. Jiménez…"el todo que es el colmo de la nada".  Que un poco es la extinción del ego en la búsqueda de la comunión con lo inefable (somos seres separados que buscamos el retorno a ese lugar del que nos desprendieron...dicen)
Creo que podría seguir escribiendo de todo esto. Pero no quiero cansar con mis propias controversias espirituales donde es muy abundante la contradicción y los antagonismos.
Me despido pues, esperando que algo de luz se pueda vislumbrar.
Aún no he leído el texto del científico neurólogo…pero parece que el de Vigil suscitó más dialogo.
Isla cristina, 30 de julio...una noche intensa de mosquitos que te ayudan a pensar un poco.
                      Mariló.

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