( Antes de transcribir las respuestas de nuestro colectivo, aquí va un diálogo que con Vigil sobre su texto editado en pg. anterior y que nos ambienta)
ALGUNAS RESPUESTAS EN DIÁLOGO CON J Mª VIGIL SOBRE EL NO-TEISMO
*José María VIGIL / ServiciosKoinonía2
18 days ago
Kearney está centrado en la reconstrucción («ana» en griego): ana-teísmo... = volver a theos, después de haberlo cuestionado y abandonado. Como lo que en la industria se llama una «re-conversión». Mi texto es más humilde de pretensiones, no aborda ese objetivo mayor de la re-construcción, del ana-teísmo. Ahora yo quisiera simplemente ayudar a los que han empezado a darse cuenta de que son teístas (de siempre y sin haberlo elegido),
y de que es posible que, quizá, el teísmo sea «un modelo», y como tal, sustituible por otros mejores, y elegidos con más consciencia... Por ahí voy. Pero sí, a Kearney habría que darlo a conocer en el mundo hispanoparlante... Gracias por tu recordatorio. JMV.*José María VIGIL / ServiciosKoinonía2
19 days ago
1. El no teísmo, no es ateísmo. ¿Está clara la distinción? Obvia no es, y quien no entiende bien a qué se refiere el concepto «teísmo», no podría tampoco captar la diferencia entre teísmo y ateísmo. Aquí, la mínima confusión, lo estropea todo.
*José María VIGIL / ServiciosKoinonía2
18 days ago
Si se hace de mal modo, puede causar daños a la persona; pero si se hace bien y en un modo positivo (no sólo deconstructor), es una liberación, un paso adelante evolutivo, y una plenificación.
*José María VIGIL / ServiciosKoinonía2
18 days ago
Jordi: como el concepto es nuevo, resulta difícil encontrarle nombre. No puede ser «a-teísmo», porque eso es otra cosa (negación positiva de la existencia de Theos), y además hoy resulta ya sin sentido. Podría ser «pos-teísmo, queriendo definirlo como un estadio POSTerior al del teísmo». También podría ser «ana-teísmo» (algo así como re-teísmo, teísmo de nuevo planteamiento, volver a Dios después de abandonar el viejo dios). Pero estos dos últimos parecen nombres muy técnicos. Por eso es por lo que opté, como muchos, por el nombre sencillo de «no teísmo», obviamente sin quedarse en la negatividad. Pero no hay ningún problema en utilizar un nombre u otro. Lo que dices en tu último párrafo es excelente, muy bueno, me sumo totalmente. JMV.
*Tere Valenzuela
19 days ago
Quitar este imaginario puede causar la ruptura de la esperanza de la busqueda de certezas y por tanto de las relaciones con calidad que humanicen...
*José María VIGIL / ServiciosKoinonía2
17 days ago
Puede, pero no necesariamente lo hace. Mientras que no quitarlo, necesariamente hace que no haya espacio para desarrollar el imaginario nuevo que hoy necesitamos, ¿no? Es lo de un local ocupado por un inmueble en ruinas: sin derribarlo no se puede hacer algo realmente nuevo (no digo poner parches, adosar, retabicar... que nunca es lo mismo).
*David Molineaux
11 days ago
Dices, José María, que "no se puede construir un nuevo edificio, mientras el terreno está ocupado por el viejo en ruinas". Mi experiencia personal me ha enseñado algo bastante diferente (tal vez el problema sea la metáfora del edificio). Yo, personalmente, seguí aceptando el teísmo tradicional -- aunque admito que iba practicando cada vez menos el catolicismo formal, signo de que este teísmo me alimentaba cada vez menos. De repente descubrí otra fuente de vivencias espirituales, basada en una visión más teilhardiana, y me fui encantando. La fui explorando con una profundidad cada vez mayor, y me fui apartando del teísmo de forma natural, sin vivenciar ninguna "gran ruptura" y sin mayores angustias. Casi sin darme cuenta fui desarrollando, en mi vida personal y en las cosas que escribía, una perspectiva y una espiritualidad no-teísta. Finalmente me fui dando cuenta que había prescindido del teísmo tradicional. Ningún drama, ningún edificio estrepitosamente derrumbado, ninguna necesidad ni de ocupar un solar abandonado ni de construir sobre escombros .
*José María VIGIL / ServiciosKoinonía2
11 days ago
Excelente comentario, David, que matiza lo dicho. Efectivamente, las metáforas tienen sus límites, y la espiritualidad no es un edificio... sino una vivencia espiritual, quizá también auto-poiética, como la vida misma. Excelente testimonio de esa transición, sin rupturas –al menos no sentidas como tales–. Felicitaciones. Ojalá todo el mundo tuviera esta posibilidad a su alcance. Gracias, David. JMV.
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