Por la actualidad del tema os trasladamos esta información tomada de ......................
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La
ciudadanía es toda por igual sujeto de derechos
Acabo de leer su artículo en El País (14 de agosto-2016). Es
de esos artículos que se leen a gusto, porque destila respeto, mesura y buena persuasión para convencer al Sr.
Pedro Sánchez y, cómo no, a los lectores.
Su escrito va dirigido a todos los españoles. Pero, le hago
una pregunta.
Cuando Vd. Pide al Sr. Pedro Sánchez que piense en nuestros compatriotas, y menos quién liderará su partido en
el futuro, ¿incluye también a los que han votado a Unidos-Podemos? ¿O
simplemente porque no comparten su proyecto de España, los considera unos malos
compatriotas y los descarta como indignos para una oposición responsable, no
populista?
Si Vd. suma los votos de su partido Ciudadanos
a los de Podemos y a los del PSOE, verá que duplican a los del PP. Por supuesto como
patriotas cuentan también
los casi ocho millones del PP.
Pero las cosas son como los electores las han expresado. Y
una mayoría social, la representada por esos tres partidos al menos, han votado
para acabar con la política del PP y dar lugar a otra de cambio y de
reformas. Cambio y reformas que fueron
provocadas en gran parte por la política
ultraneoliberal del PP y que
anunció, por activa y pasiva, no cambiaría por la requerida por esa mayoría social en las
elecciones.
Tenemos, pues, que compatriotas somos todos, pero en este
caso los del PP optaron por ponerse a un
lado, en contra de un nuevo Gobierno de
reformas y progreso.
Todos entendimos que era contradictorio querer apoyar al PP y
ayudarle para continuar con la misma
política. Resulta, por ello, paradójico que Ciudadanos mostrase desde el principio
incompatibilidad radical con
Unidos-Podemos, negándose en redondo a
pactar con ellos. Cosa que de haber
hecho, tenía que haberlo hecho con el
PP, fijado por todos como el responsable de una política repudiada por no subordinada
al bien de todos.
Si Ciudadanos dice estar
por la regeneración democrática en serio, por una lucha en serio contra la corrupción y por otras
reformas, ¿por qué le exige ahora al PSOE que lo haga aportando su sí a
la investidura de Rajoy o cuando
menos su abstención? ¿Qué razones no
ventiladas le hacen ser incompatible con Podemos y no con el PP?
Esta su incompatibilidad deja traslucir dos cosas: que en
España hay una línea divisoria para marcar por donde andan los malos o buenos
españoles y, más escondido, el terraplén
sobre el que el PP lucha contra una política popular, auténticamente
democrática, opuesta al proyecto Rajoy de una política neoliberal, hoy
manifiestamente cínica.
Hay políticas y políticas. Ha habido también historias encainadas -demasiadas- de unos contra otros,
donde han cundido razones viejas de alianza de la religión con la política, no
precisamente a favor del pueblo, sustentadas en
parte por la Iglesia católica, pero en nuestros tiempos se produjo en su
interior un irreversible giro hacia la recuperación del cristianismo originario
(teología secular o de las realidades terrena, teología política, teología de
la liberación, teología ecológica, teología feminista, etc.) que acuñan como
base y blanco de toda emancipación: la igualdad, la justicia, la solidaridad,
el amor, el compartir, la primacía de
los últimos, la opción por los pobres, con el consiguiente desenganche de todo
proyecto invasor, explotador y dominador.
La línea divisoria, trazada antes entre políticas religiosas
o ateas, ha pasado hoy a serlo entre partidos ¿religiosos? idolátricos
(adoradores del dios dinero, del dios capital); y partidos ¿ateos? (guiados por
el dios de una mayor justicia, de una redistribución más ecuánime de la riqueza, que reconozca la dignidad, las necesidades básicas
y derechos de todos).
Es ni más ni menos que la revolución encarnada por el
Nazareno, acuciante siempre en Occidente, en las entrañas de su historia, alma
en cierto modo de su proceso tortuoso y constructivo, fermentador de cambio y renovación en el
concilio Vaticano II y en el espíritu y reformas del Papa Francisco.
En cierto modo, una política más de todos y entre todos es posible y avanzará, pero en la medida
en que las alianzas ilícitas y los prejuicios se liquiden, se descubran los
nuevos presupuestos de una coalición y reconciliación y se cobre conciencia de que la alianza y el consenso se harán
realidad, cuando se exorcizen y quiebren los dogmas del dios neoliberal, que
opone, divide, desiguala, somete, domina y sacrifica.
Ese es el ídolo de los
nuevos ateos, que se dicen religiosos,
no muerto ni exhibido en espacios decorativos de templos y museos, sino vivo y
operante en el mercado, en las mutinacionales, en bancos y empresas, en la cadena
mediática y en las relaciones
colonizadoras o imperilistas de unos
pueblos con otros.
El cambio y reformas que los ciudadanos españoles están
exigiendo apuntan a todo eso, al corazón palpitante de un entramado económico
voraz e inmoral, globalizador de la injusticia, de la desigualdad y de la indiferencia.
A los políticos,
gestores del Bien Común de todos los ciudadanos y de sus compatriotas, les
corresponde analizar si los centros y procesos económicos, efectos del
protagonismo del pueblo, se ajustan a los principios éticos (Declaración
universal de los Derechos Humanos, Constitución Española) que regulan la
dignidad humana y los derechos que de ella derivan y se someten al poder
político que les obliga a cumplir con ellos.
¿Finalmente,
Ciudadanos se quita la careta?
El partido Ciudadanos apareció por el año 2006 , creció rápidamente y se ganó la simpatía de
miles de ciudadanos. La imagen tranquila y hasta atractiva de Albert Ribera
despertaba simpatía en muchos y sembraba en otros la duda de no descartarlo por
su sereno y encendido amor a España y por la obviedad en sumarse a no pocos de
los puntos de reforma necesarios.
Desde el principio, no
faltaron quienes señalaron a C´s como disfraz de un PP modernizado. Y
restallaba también como chispa desconcertante su repetida y radical
incompatibilidad con Podemos. Intrigante resultó su pacto con el PSOE de cara a
la investidura asumida por Pedro Sánchez.
No se guardaron de publicitar las 200 medidas con que abordaban el
cambio y las reformas, pero sin que nada lograra moverlos a pactar con Podemos.
Ocurrieron las
segundas elecciones de junio 26 y el viraje dado a su capacidad y tendencia
negociadora está dejando a muchos boquiabiertos. ¿Por qué?
-Por el hecho de cambiar
su rechazo a Rajoy por el sí a su
investidura: ”No queremos que Rajoy Gobierne” (17 de junio); “No
apoyaremos a Rajoy ni estaremos en su gobierno” (13 de julio); “Con Rajoy y
este gobierno no hay ninguna posibilidad” (28 de julio); “Rajoy ya sabe que no
le vamos a apoyar” (3 de agosto); “Estamos abiertos a todo, daremos si a la
investidura de Rajoy si cumple estas
seis condiciones (9 de agosto).
-Y por el hecho
de reprobar ahora al secretario general
del PSOE Pedro Sánchez. Lo
reprueba como político irresponsable que “ha decidido desentenderse de
España”, un inmovilista al no propiciar
el sí en la investidura de Rajoy y no estar dispuesto a mojarse y dar
soluciones, un omisor de su papel de Estado por preferir el no al desbloqueo, …
Albert Ribera buscaba arrancar el sí a
Pedro Sánchez para la investidura de
Rajoy,- un absurdo para quien haya seguido el curso de todo lo ocurrido entre
ambos y sus respectivos partidos- quedándose él en la abstención, mostrando de esa manera distancia e
independencia ante el PP. Pero, la
distancia ha desaparecido y lo que se pretendía como distancia ha pasado a ser
mal disimulada identificación con el
PP. Nadie como el genial Peridis ha
logrado captar esta verdad en su viñeta de El Pais (10 de agosto): “Seis condiciones para el Sí” proclama
Albert con los brazos en alto. A lo que Rajoy, pedaleando en bici, con puro en
boca y manos en alto, exclama: “Esas las
paso en bici y sin manos”.
Ya para todos, la careta
se vino abajo, porque las seis condiciones marcadas por C,s son, por el
momento, todo lo que exige a Rajoy. Son
la careta. Con solo ellas la figura interna de Ciudadanos no alberga otras
reformas necesarias y sustanciales y, quitada
la careta, la figura real acaba siendo la misma que la del PP.
De hecho, y pasando al plano real, las cosas lo muestran así,
en continuidad apañada con el PP.
Para salir de dudas, no hay sino aludir al punto crucial de
la redistribución de la riqueza de nuestro país. España tiene recursos y
riqueza para que todos pudiéramos vivir con dignidad. Pero esa riqueza, que
tiene como sujeto al pueblo español que
la genera y sustenta en un 90 % , está
en manos de un 10 % que la posee y distribuye
con gran desigualdad e injusticia.
Sobre la necesidad de redistribuir esa
riqueza y las medidas a tomar para llevarlo a la práctica, nada. ¿Solución al paro, a los
hogares que no tienen ningún ingreso, a
los salarios más bajos para que
dejen de perder capacidad adquisitiva? Nada. ¿Aumentar la presión
fiscal sobre quienes más renta y beneficios acumulan, reexaminar la deuda
externa e impagarla en lo que tiene de ilegítimo y usurero (hemos rebasado el
nivel de un billón de euros)? Nada.
¿Eliminar la estafa de bancos y empresas
que no pagan ni una décima parte de lo
que debieran, poner límites a empresas y
multinacionales extranjeras que se aprovechan de nuestra crisis actual? Nada. ¿Establecer medidas para que el 90 % de las cargas fiscales,
que salen del bolsillo de los
trabajadores y que sólo reciben el 46 %
del PIB, sea corregido; rebajar a 10.000
€ al mes el sueldo de
120.000 españoles que ganan
20.000 y subir a mil euros el de más de
siete millones que no llegan ni a 1. 000 mil € mensuales? Nada.
De todo esto, y sobre las reformas que hay
que emprender para mejorar los derechos de la vivienda, de la salud, de la educación,
de la ley de Dependencia, etc. PP y C.s no han hablado nada todavía.
Importante, ciertamente, desbloquear ,
pactar y formar gobierno, pero ¿para qué? ¿Para continuar con la
política del PP que la mayoría social ha
repudiado con su votos en las urnas? Esa
mayoría social, base y condición para la existencia de los partidos, respaldan como expresión de su voluntad y
derechos, un programa que diera solución a estos puntos:
1.Poner fin al saqueo
sistemático de estos 7 últimos años, que
el 90% de la población ha sufrido en
salarios y rentas para que bancos,
monopolios, multinacionales y grandes fortunas multiplicaran su riqueza.
2. Acabar con el escándalo
de que grandes ejecutivos de la
principales empresas sigan cobrando
salarios de hasta 15 millones de euros al año, mientras 10 millones de trabajadores ganan menos de
1.000 euros mensuales.
3.Controlar, impedir y
multar a los fondos buitres norteamericanos que se quedan a precio de saldo los
pisos de miles de familias desahuciadas. El gran capital extranjero es ya dueño
del 40% de la industria española, mientras cientos de miles de pymes y
autónomos han sido condenados a la ruina.
4. Bajo el paraguas de la
crisis, no ha disminuido la riqueza, sino que ha hecho que unas minorías aumenten
más su riqueza y una mayoría la
haya visto decrecer. España se ha
convertido en el país desarrollado donde más se ha extendido la pobreza y más
han crecido las desigualdades.
5. En este campo, es donde
las reformas no se deben eludir si se apuesta de verdad por el cambio. Se barajan
propuestas y medidas reales, para una convivencia más ecuánime y estable:
-Ningún salario por
debajo de 1.000 euros mensuales, ninguno por encima de 10.000. Hay que
redistribuir los salarios, elevando el poder adquisitivo de la mayoría para que
aumente el consumo y se reactive la demanda interna.
-Reforma fiscal para que
bancos, monopolios y multinacionales paguen un 50% de Impuesto de Sociedades
sobre sus grandes beneficios. Y que las grandes fortunas con rentas anuales
superiores a 500.000 euros tengan un IRPF del 75%.
- Crear un gran banco
público estatal con las cajas y bancos rescatados con nuestro dinero, dirigido
a impulsar la reindustrialización del país y la modernización del tejido
productivo para generar nueva riqueza y crear millones de puestos de trabajo
estables y de calidad, presididas por una nueva política ecológica que cambie
el desarrollismo depredador por la sostenibilidad, se enfrente a la
contaminación y al cambio climático.
-Auditoría ciudadana e
independiente de la deuda para determinar qué parte de ella no ha sido
destinada a satisfacer necesidades de la mayoría sino a favorecer el egoísmo y
beneficios de unos pocos, declarando esa parte ilegítima y exenta de pago.
-Soberanía Nacional.
Para redistribuir la riqueza es
imprescindible defender la Soberanía Nacional, con una política al servicio de
los intereses del país y de su ciudadanos, libre de imposiciones ajenas
dictadas desde Washington y Berlín. Es vana nuestra democracia si los hombres
de negro de la troika dirigen la suerte y desarrollo de nuestro país y se
convierte nuestro suelo en teatro de operaciones de la OTAN o en plataforma de
guerra de los marines norteamericanos contra otros pueblos.
-Ampliación de la
Democracia. La redistribución de la riqueza exige una Ampliación de la
Democracia, con una nueva ley electoral en la que el voto de cada ciudadano
valga igual y donde los cargos electos respondan ante sus votantes en asambleas
de electores con el poder de revocarlos si incumplen sus mandatos y se apliquen
con rigor las penas para corruptores y corruptos, obligándoles a devolver lo
robado.-
-Unidad de España.
Redistribución de la riqueza para la que se necesita fortalecer la libre unidad del pueblo de las
nacionalidades y regiones de España y defender la unidad de España, porque la división debilita y beneficia a los
que nos saquean.
Una incógnita por aclarar
Los que no tenemos acceso directo al Sancta Sanctorum de los
Partidos, nos quedamos a la espera de que salga el Sumo Sacerdote de cada uno
de ellos y comunique los sacros mandamientos que guarda en el arca.
Parece
que en Ciudadanos dicho oficio lo desempeña el brillante economista Luis
Garicano, (mano derecha del líder naranja), desde que en 2015 entró en
Ciudadanos.
Un valladolisetano, de 50 años, que comenzó
con su doble Licenciatura en la universidad de Valladolid, siguió con sus
masters en Chicago y después de doctorarse en su universidad, ejerce allí como profesor ayudante, asociado y finalmente
como titular. En los últimos años ha
ocupado plaza de catedrático y profesor de Economía en la London School of
Economics. Colaborador economista en la Comisión europea y en la Administración
de Liberbank, donde cobraba (sueldo + dietas) 100.000 euros al año.
Nos enorgullece un patriota con tan alto prestigio en el
mundo de la economía y su trayectoria lo
muestra de relevante y cotizado vuelo.
Es, sin duda, la incógnita o clave de Ciudadanos. Incógnita
que no se revelará al pueblo hasta que, con programa, reformas y aplicaciones
concretas, se pueda verificar a dónde va a parar y a quién sirve ese gran saber
económico: ¿Será una economía, como no se cansa de repetir el Papa Francisco, subordinada a la
primacía del ser humano (su dignidad , derechos y responsabilidades) o una
economía de exclusión e inequidad -una economía que mata- cómplice con los más
poderosos, promotora de la globalidad de la indiferencia, promotora de la cultura del “descarte”,
fomentando cada vez más los “excluidos sobrantes”?
El cambio y las reformas en España, exigidas en estas
elecciones por una mayoría social, apuntan a una economía humana, sometida al Bien Común, bajo los principios
de la Etica y no a un crecimiento macroeconómico ilimitado bajo los criterios de una dictadura
economicista deshumanizada.
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