Documento 3
LA
EXPERIENCIA ESPIRITUAL / RELIGIOSA
ENTRE
LA
DUALIDAD Y LA NO-DUALIDAD
¿Somos
seres fusionados en una unidad con el Todo-Energia-Dios (monismo,
No-Dualidad)? O ¿Somos personas
individuales relacionados con un Ser Personal, Dios personal (dualidad) ¿Encuentro o fusion?
Los
planteamientos sobre la no-dualidad, en la actualidad, despiertan gran
interés, fascinación incluso, no dejan de suscitar serias interrogaciones a los
paradigmas del pensamiento occidental, tanto en el terreno de la filosofía y la
psicología, como en los de la teología y la espiritualidad. Habida cuenta, además, de las diferencias tan
radicales existentes entre los paradigmas de oriente y occidente.
El proceso de separar “Yo” del “no-Yo” es una de las principales tareas de nuestros
primeros años.
Somos,
en ese sentido “seres separados”, aunque no siempre lo fuimos. Todo se inicia,
en efecto, en un momento bien determinado: aquel en el que cortan el cordón
umbilical que nos separa de la matriz materna. Inicio éste de lo que será un
largo proceso de separatividad que nos perseguirá hasta el final de la
existencia y que contará con momentos particularmente decisivos a lo largo,
sobre todo, de la primera infancia. Lo que en el momento del parto fue una separación
biológica tendrá que ir convirtiéndose progresiva y también dolorosamente en
una separación asumida en el nivel de lo psíquico. Solo así adquirimos la
conciencia de individuo, es decir, de un ente organizado que no puede ser
dividido.
Por otra parte, en las espiritualidades de corte
monistas o panteístas, esa unión se interpreta como una especie de disolución
del Yo, en una plena identidad con el Todo. La unión, por tanto, adquiriría un
carácter más fusional, no-dual.
Cuando la realidad última es impersonal, el ser
humano puede vivir su unión con la realidad última en una clave que
esencialmente será “no-dual”. Ya sea para la toma de conciencia de la mismidad
(Atman) del sujeto con el Brahman o Absoluto, ya sea como
sometimiento al Tao en tanto principio
que regula interiormente la totalidad de lo real, o sea en la extinción (nirvana) de los agregados que componen
la existencia mundana para lograr la liberación. Todas
estas formas de vivir y representarse la unión se orientan hacia una una
representación no personal.
(Tomado de Carlos Domínguez, psicoanalista)
¿Podría existir una
cosa intermedia, una tercera vía? Es decir, ¿una unidad personalizada en
niveles de madurez?
En el proceso de
maduración personal hay un doble movimiento: de naturaleza y de
personalización. Este segundo sólo se puede realizar desde la consciencia.
En el primero su
finalidad es la individualización y es propio de la adolescencia e inmadurez.
En el segundo es la consciencia transpersonal de Ser, donde se producen los
fenómenos interiores y de la mística y se puede vivir la experiencia y
consciencia de “cierta” no-dualidad.
Esto sólo podrá acontecer en el ser humano y no en todas las personas, pues
depende del nivel de maduración.
Teilhard lo explica
evolutivamente con la unión
“suprapersonal” en el Cristo Cósmico, (proceso individual de cada persona y
proceso universal hacia el Pleroma, punto Omega).
(Jesús)
NOMBRO MI TRANSCENDENCIA:
SOY ENERGIA
UNIVERSAL NO-DUAL O MONISTA
1.- Advaita Vedanta
Advaita
Vedanta
es la filosofía hindú más influyente. Al igual que todas las formas de Vedanta,
trata de sintetizar las enseñanzas de los Upanishads en una única doctrina
coherente. Enseña que sólo hay una Realidad en el universo y que todo lo demás
es ilusorio.
El Advaita Vedanta está
estrechamente relacionado con el yoga del conocimiento. La gente a veces se refiere
al Advaita Vedanta con otros nombres, como no-dualismo, no-dualidad, monismo, o
la Escuela de Sankara. La gente a veces también abrevia el nombre indicando
"Advaita" o "Vedanta".
Las
Ideas principales: De acuerdo con el Advaita, sólo la parte
más íntima de usted es consciente. Ninguna otra parte de usted puede sentir o
ver o saber nada. El nombre de esta conciencia es atman. Es la parte de
usted que es real, y se corresponde con el alma en la filosofía occidental.
Ahora aquí es donde se
pone interesante. De acuerdo con el Advaita, su atman (y el mío y el de
todo el mundo) es lo mismo que la realidad absoluta subyacente de todo el
universo, llamada Brahman. Brahman se corresponde con la idea occidental
de Dios, excepto que no es una persona super-poderosa. Es impersonal; es la
fuente de todo; es lo que el universo es en realidad. En pocas palabras,
su ser interior —el verdadero "yo"— es Dios.
Esta idea, que es la idea
fundamental de los Upanishads en la que el Advaita se basa, se puede
expresar en la forma de una ecuación: Atman = Brahman o, en términos occidentales:Alma =
Dios.
El Advaita afirma que,
dado que sólo hay un Brahman, sólo hay un Atman. Sólo hay un "yo" y
todos lo compartimos. Todos somos una "cosa" —Brahman.
Además, sólo Brahman es
real. Las otras cosas en el universo, como bicicletas, paraguas y nuestros
cuerpos, son maya. Maya es ilusorio, ya que parece ser diferente de
Brahman, pero no lo es. Debido a que maya nos engaña de esta manera, Advaita
dice que maya es irreal. La forma más importante como maya nos engaña es con
respecto a nosotros mismos. Creemos que somos nuestros cuerpos, nuestros
pensamientos, nuestros deseos, y así sucesivamente. Pero todas estas cosas son
maya. Parecen ser "yo", pero esto es una ilusión. En realidad,
nuestra conciencia (el "yo" real en nosotros) es otra cosa: Brahman. Esta
es una idea muy extraña y radical. Significa que usted no es en realidad ningún
tipo de persona. Usted es la realidad suprema que subyace en todo el universo.
La persona que parece estar en su cabeza, la persona que cree ser, no es más
que una ilusión psicológica.
Si cierras los ojos por
un momento y trata de centrar su atención en su yo interior, parecerá fácil al
principio. Usted será inmediatamente consciente de los sentimientos,
esperanzas, pensamientos, deseos, miedos, y una sensación general de sí mismo.
Este es el usted interior, ¿no? Bueno, pues no. De acuerdo con el Advaita, si
usted es consciente de algo, ese algo no es usted realmente. El verdadero usted
(el atman) es la parte que es consciente. No es nada de los objetos que usted
tenga conocimiento de ello. El verdadero yo (usted) es la parte que es
consciente, no algo de lo que usted es consciente. La conciencia en
usted es diferente de esas cosas.
2.- La contemplación es la vía directa
Extractos de diálogos con Consuelo Martín ― La Revolución del Silencio
Es doctora en filosofía por la Universidad
Complutense de Madrid, ciudad donde nació. Especialista en filosofía no-dual de
la India (vedanta advaita)
P.: ¿Qué es la realidad más allá del tiempo y el espacio?
R.: El Ser escapa a todo lo que pensemos sobre él. Nuestro nivel de
lucidez, el darnos cuenta, el mantenernos ahí despiertos a la inteligencia está
por encima del espacio y del tiempo. La verdad no se ajusta al espacio y al
tiempo. Hay un nivel de nuestra mente que es espacio-temporal y, a partir de
ahí, se ven las cosas tal como las vemos. Pero una vez que salimos de ese nivel
limitado no hay espacio ni tiempo, lo que hay entonces se ha llamado eternidad.
La verdad, por tanto, es eterna.
P.: Entonces podríamos llegar a ser verdaderos religiosos, ¿Sería la
contemplación silenciosa la verdadera religión?
R.: No es una religión que se ha revelado en una época a unas ciertas
personas y se ha enriquecido con normas, preceptos y ceremonias, diferente de
otra a la que se le ha añadido otras normas y otras ceremonias. Es la religión
del ser humano que busca la verdad.
Ser religioso es religarse a la unidad, y
religarse es volver al origen, allí de donde hemos venido. Volver a la unidad
sagrada es el camino religioso, dejando atrás lo que se ha establecido, dejando
atrás las religiones organizadas de una manera o de otra, según las épocas, los
pueblos, las costumbres, según la mentalidad de la mayoría.
P.: ¿De qué tengo que desprenderme para contemplar en silencio?
R.: Tengo que perderlo todo para llegar a la totalidad, han dicho
algunos místicos. No es dejar las cosas malas para quedarme con las buenas, es
dejarlo todo, todo lo pasado porque todo lo conocido es interpretado, es
pensado. Al pensar se le ha dado una realidad artificial, por eso en el vacío
de lo conocido aparece la plenitud de lo desconocido.
La contemplación es la vía directa, pero
requiere el previo abandono de toda creencia anterior.
Se necesita un gran temple para andar por este
camino. Es inútil intentarlo con actitud superficial. No servirá actuar por
imitación de otros para mejorar mi condición. No valen frivolidades, porque en
la medida en que arrastro alguna de esas actitudes, en la medida en que no soy
auténtico en mi búsqueda, no me encontraré con lo real sino que seguiré
pensando, imaginando que estoy haciendo algo, que estoy realizándome, que estoy
consiguiendo lo que pretendía. Por un tiempo creeré que voy adquiriendo algo
pero, al hacerlo para beneficio de esta personalidad ilusoria, un día puede
sobrevenir una crisis de todo aquello en lo que me había fundado
P.: En el verdadero camino religioso, ¿tenemos que ser libres?
R.: El camino religioso es el camino de la libertad. Y aquí se encuentra
otra contradicción con lo que se viene pensando. Se cree que el camino
religioso consiste en ajustarse a alguna tradición, depender, atarse. En el
verdadero sendero religioso transitan los que son libres. La verdad es
liberadora, la verdad de lo sagrado, que es la verdad unitotal, la que es una y
todo a la vez, es libertad. Cada verdad que descubro me libera de algo. Una
buena inmersión en lo sagrado nos deja sin dudas y sin ataduras.
3.- Teoría de la Nueva Era (Humanismo Cósmico)
El movimiento de la Nueva Era (New Age) o Humanismo
Cósmico difiere del cristianismo, del islam, y de las cosmovisiones seculares,
en que no adopta ni el teísmo, ni el ateísmo. El humanismo cósmico comienza
negando la preeminencia de alguna supuesta revelación especial sobre alguna
otra.
Jesús es visto como un miembro selecto, al
haber alcanzado la conciencia de Cristo. Se exhorta a cada persona a adquirir
este mismo nivel de conciencia. ¿Cómo espera alguien alcanzar tal conciencia
divina? Porque todos somos parte de Dios. Los humanistas cósmicos creen que
nosotros y Dios somos ontológicamente uno. ¿Qué es Dios? Dios es la conexión
entre usted y el todo."
Robert Muller dice: "Sólo la unidad de
todo puede traer el bienestar de todos." El concepto de la unidad de la
humanidad, la idea de que todo es una unidad, tiende a apoyar el concepto
teológico de la reencarnación. Virtualmente, cada partidario
"ortodoxo" del movimiento de la Nueva Era cree que el alma de cada
individuo estuvo presente en otras formas materiales anteriormente en la
historia, y que se manifestará aún en otras formas, después de que muera su
cuerpo presente.
Ciertamente, si todo es una unidad, quizás
todo lo que existe es Dios. Y así es. Las estrellas son Dios, el agua es Dios,
las plantas son Dios, los árboles son Dios, la tierra es Dios, las ballenas y
los delfines son Dios, todo es Dios. Los humanistas cósmicos veneran a la
creación y al creador al mismo tiempo. Para ellos no hay diferencia. La
creencia de que todo es Dios y Dios es todo es conocida como panteísmo. Este
antiguo concepto forma la base teológica del movimiento de la Nueva Era.
El concepto de 'dios como energía cósmica' ha
sido popularizado en la ahora clásica serie de películas de George Lucas,
Guerra de las Galaxias. En una entrevista con Bill Moyers, en 1999, Lucas
explicó por qué hizo la serie: "Con La Guerra de las Galaxias, me propuse,
conscientemente, recrear mitos y los clásicos motivos mitológicos. Quise
utilizar esos motivos para tratar asuntos que existen hoy. . . . Veo a La
Guerra de las Galaxias como si tomara todos los asuntos que representa la
religión y tratara de destilarlos en una construcción más moderna y fácilmente
accesible. . . . Cuento un mito antiguo de una manera nueva." Lo que Lucas
omite mencionar es que "el mito antiguo" a que se refiere, es la
religión oriental, no el cristianismo occidental. De esta manera, el misticismo
de la Nueva Era fue lanzado desde la pantalla grande a la conciencia de
innumerables espectadores, jóvenes y viejos
El Dios integral de la teología de la Nueva
Era no es un Dios personal, sino simplemente una fuerza cósmica. No
existe ningún Dios trascendente "allá afuera" aparte de Su creación.
Dios es la creación.
A diferencia del marxista y del humanista secular, el humanista cósmico cree en un mundo sobrenatural que consiste en relaciones espirituales. Sin embargo, la versión de Dios, de la Nueva Era difiere infinitamente del concepto cristiano de Dios. Mientras que el cristiano cree que Dios nos creó junto con todo lo que existe, y que podemos conocer su voluntad sólo a través de la revelación general de la naturaleza y la conciencia, y de la revelación especial de la Biblia, el humanista cósmico cree que cada persona y toda la realidad es Dios, y por lo tanto, que cualquier "verdad" que nuestro ser interior descubre es la verdad de Dios. Si no podemos darnos cuenta de nuestra divinidad en esta vida, ¡tranquilos! Pronto tendremos otra encarnación.
A diferencia del marxista y del humanista secular, el humanista cósmico cree en un mundo sobrenatural que consiste en relaciones espirituales. Sin embargo, la versión de Dios, de la Nueva Era difiere infinitamente del concepto cristiano de Dios. Mientras que el cristiano cree que Dios nos creó junto con todo lo que existe, y que podemos conocer su voluntad sólo a través de la revelación general de la naturaleza y la conciencia, y de la revelación especial de la Biblia, el humanista cósmico cree que cada persona y toda la realidad es Dios, y por lo tanto, que cualquier "verdad" que nuestro ser interior descubre es la verdad de Dios. Si no podemos darnos cuenta de nuestra divinidad en esta vida, ¡tranquilos! Pronto tendremos otra encarnación.
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