DOS HISTORIAS
Un ejemplo en cristianos: D. Tomás Malagón: Lo que debe abarcar la formación de militantes cristianos
pobres
Artículo entresacado de revista Corintios XIII º 141 sobre D. Tomás
Malagón
Nota de la redacción.: Hablar de Espiritualidad y
Política en España tiene que mencionar al principal promotor de militantes
cristianos de buena parte del siglo XX. Si queremos ver la llamada izquierda cristiana y una auténtica lectura
de Espiritualidad religiosa del cristianismo, tenemos que ir al pensamiento de
D. Tomás Malagón. A quienes hoy queremos seguir esta línea evangélica de
entender a Jesús de Nazaret, y críticos con el cristianismo conservador, y a postcristianos,
que no tuvieron oportunidad de experimentar en su momento una religiosidad
liberadora, volver a D. Tomás Malagón puede ser sorpresa novedosa, aunque venga
escrito en una cultura de su época. Por ello presentamos este texto como joya
de un pasado que no fue seguido sino por minorías, y que hoy puede actualizarse
en formas de Espiritualidad religiosa. La validez actual de este testimonio es
que para ser militante o activista hay que priorizar una buena formación
sistemática.
*Veremos ademas en este texto otra "historia" en la izquierda política.
Malagón fue el
primer responsable de formación del Movimiento Cultural Cristiano. En la
Asamblea de Burgos del año 1982 planteó un esbozo de las prioridades en la
formación de militantes que pasamos a exponer resumidamente.
Los aspectos
esenciales de la formación de militantes cristianos abarcan tres aspectos:
a) La formación de
la persona, que debe ser persona responsable ante la sociedad y la Iglesia,
conociendo la realidad de los problemas, enjuiciándolos y actuando sobre
ellos y cultivando las virtudes humanas (justicia, sinceridad, fidelidad a la
palabra y a las personas, amistad, etc).
b) La formación
debe desarrollar el espíritu militante y ello requiere que el militante se
sienta afectado por todos los problemas de los demás, los viva y se
sienta movido por una gran esperanza..
c) La formación
debe abarcar el desarrollo del hombre y del militante como cristiano, lo que
requiere de una iniciación que provoque que el militante sienta sed y necesidad
de encontrar sentido a la vida y a la muerte, a la verdad, a la
libertad, el dolor, la historia, en definitiva, a Dios.
El militante debe tener
claro con qué criterios analiza y juzga las diferentes propuestas políticas
e ideológicas que se mueven en su ambiente. Ello exige una formación
sistemática que le proporcione una clara identidad cristiana. Ello hará adquirir
al militante criterios de tipo personalista (primacía de la persona),
histórico-social (solidaridad activa con los pobres), político (democracia
basada en el cultivo de virtudes sociales, Estado que sirva a la sociedad y
autogestión).
Finalmente, la
formación exige el cultivo de una espiritualidad cristiana que convierta la fe
y la cercanía con Dios en la vivencia normal del militante.
Una mística
Los cursillos
ofrecen a los que a ellos asisten una mística de acción, que les impulsa y les
previene contra los peligros de dentro y de fuera. Esta mística está constituida
por tres elementos:
1. El Reino de
Dios, que es eterno, pero también terreno. Es aquí donde ha de incoarse y
progresar. El Reino de Dios, cuya esencia es la Justicia —toda Justicia—, y,
como consecuencia, la unidad, y como fruto final de la justicia y de la unidad
entre las personas, y entre las personas y Dios, la paz. El Reino de Dios, cuya
meta, si alguna tiene, es la de superar toda división entre los hombres,
2. El Cuerpo
Místico, cuya esencia es la comunión: comunión de bienes, por la
pobreza, que no es el hecho simple de tener poco, sino el comunicar lo que se
tiene; comunión de vida, por la humildad, que, más que el reconocimiento
propio, es el reconocimiento de Dios y de los otros; comunión de acción, por el
sacrificio de los propios criterios y gustos en aras de la colaboración
3. El Mandamiento
Nuevo, cuya esencia es el amor a Cristo en “los otros”. Cristo, que es
Dios en su más amable epifanía, se sitúa para mí en toda persona, en la medida
en que está necesitada, que es capaz de recibir mi servicio o mi compasión. Por
eso, todo amor, si es verdadero amor, está destinado a ser liberación.
Una ética:
La mística del
militante incluye también un modo de comportarse y unos hábitos peculiares. Son
muchos los peligros que le acechan dentro de sí mismo:
1. En primer
lugar, la angustia. La angustia del militante es angustia de soldado.
Está hecha de conciencia de la calamidad (material, espiritual, sobrenatural)
en que se vive; de esperanza y de apremio, que es sentido de la urgencia.
2. El espíritu de
equipo. El buen militante ha de huir, como de la peste, de toda actuación
“en solitarista”. Y es privarse de la gracia social, que se otorga no al
individuo, sino al equipo: “Donde dos o más se reúnen en mi nombre allí estoy
yo en medio de ellos”.
3. Realismo.
De aquí se deriva el constante empleo de la autocrítica, en equipo, más que
cada uno para consigo mismo. El buen militante no puede andarse por las nubes.
En este afán de realismo, la autocrítica sobre las actividades, medios y modos
que se han empleado es un magnífico instrumento para mantenernos de verdad con
los pies en la tierra.
Una ascética:
Hace falta,
además, estar preparados frente a los peligros que puedan venirnos desde fuera.
La disposición para sobrellevar todo esto da la medida del valor del
militante. Militante (de cualquier bandera) sin esta disposición es un
combatiente desmoralizado.
En definitiva,
Malagón elaboró un plan de formación cuyo objetivo era lograr un verdadero
cambio de mentalidad en relación con las ideas corrientes:
1. Generalmente,
la atención se centra en el YO. El traslada la atención a los otros.
2. Generalmente se
subrayan los mandamientos del decálogo. El cursillo subraya el mandamiento
nuevo.
3. Generalmente se
trata de orientar la actividad de los cristianos al cielo y al bien morir. El
cursillo orienta la actividad de los hombres a la tierra y a la vida.
4. Generalmente se
considera como elementos decisivos para el futuro del mundo a la burguesía y a
los intelectuales. El cursillo considera que la verdadera y nueva fuerza es la
clase obrera, los pobres.
Jesús
Otro ejemplo en la izquierda política:
MI FORMACION
COMUNISTA
Esperanza Morales, Septiembre 2017
Hola a todos !!. Este pequeño escrito es fruto de una
propuesta de Jesús que en la reunión de la Comisión de preparación del próximo
finde y dado que él, presentó un documento sobre la formación reglada de los
católicos en tiempos donde el activismo de los mismos salía fuera del entorno
de las instituciones católicas, para integrarse en asociaciones de barrio,
sindicales o partidos de izquierda.
Yo os cuento a modo de
flash, sobre todo para los mas jóvenes
lo que yo vivi en la década de los 70 en su inicio, vivíamos bajo un régimen
fascista, con un aparato policial extensísimo para reprimir cualquier actuación
en contra del régimen fascista del “generalísimo”. Incluida la formación
ideologica que no fuera: Acción Católica,
Formación del Espíritu Nacional, La Falange…. La libertad de expresión
era penada con cárcel y así el resto de libertades fundamentales.
En aquella época ser militante de un partido de izquierdas era
poner tu seguridad en el filo de la navaja. Pasabas a la clandestinidad y todas
las actividades de los partidos de
izquierdas eran clandestinas y penadas con cárcel.
En general, pertenecían a
estos partidos, dado todo lo que se ponía en juego en aquella época, las
personas que tenían una trayectoria de compromiso de lucha antifascista en distintos ámbitos sociales.
En mi caso, yo trabajaba en mi barrio (Poblado de S.
Fermín) integrada en Las Comisiones de Barrios, trabajaba con los jóvenes y a
través de un Club Social Juvenil, que abrimos con nuestros propios recursos.
Yo recibí con ilusión la
propuesta de un militante de la ORT, de entrar a militar en ella, tenía unos 19/20 años. Y desde ese momento
empezó mi etapa de Formación Política.
Antes de formar parte de la ORT, tuvimos un periodo de formación los 4/5
jóvenes que iniciamos este proceso y durante
unos meses se nos formó
sobre:
- SEGURIDAD y las normas
para evadir en lo posible toda una organización policial fascista de la llamada
“Policía Político Social”. Seguridad
personal, seguridad del resto de los militantes del partido, seguridad en los
locales utilizados para reunirnos, seguridad en las citas, uso de la
vietnamita, propaganda clandestina, almacenamiento, destrucción de pruebas……
Esto parece ahora muy lejano pero fue real.
- Formación básica en
Marxismo y movimiento obrero, de esto recuerdo en libro de Marta Harnecker,
como muy apreciado por mí.
- Otro Bloque de
formación era el conocimiento y discusión de los fundamentos y posicionamientos
de la ORT, situación de las lucha obrera
en el Estado Español , en Política Internacional y el conocimiento y formación mas especifica
si desarrollabas tu lucha en barrios,
fabricas, universidad….. despacho
laboralista, había bastantes abogados… Después de este periodo que fue de unos 3 meses, pase a formar parte de
una de las Célula del Partido.
Este fue un pequeño baño,
para conseguir cierta homogeneidad en el lenguaje y en los conceptos antes de
formar parte del Partido. A partir de este momento, comienza la verdadera
militancia, con una exigencia de compromiso tanto en la acción como en la
formación, en aquellos momentos espartana. Leíamos a los clásicos de las revoluciones y del pensamiento marxista.
Hengels (Origen de la familia, la propiedad privada y el estado.
Socialismo utópico y científico…). Marx (El manifiesto comunista. El Capital…).
Lenin ( ¿Qué hacer? La enfermedad
infantil del “izquierdismo” en el comunismo….),
Trotski. Bakunin. Mao (El libro rojo, especial resonancia tuvo para mí la
revolución cultural) Jose Diaz, secretario del PCE en la república.
En la época franquista
todos estos libros y autores estaban prohibidos y su tenencia era penada con la
cárcel. Había una editorial muy conocida en la izquierda, que nos surtía de este tipo de libros, era
Editorial Zero y Distribuia ZYX. Que continuo haciendo una gran labor
divulgativa después de la dictadura.
Acompañando a esta
formación disponíamos de las publicaciones periódicas en la ORT:
-La revista EN LUCHA, era
editada por la ORT para la divulgación de su posicionamiento contra el régimen
fascista o informando de las luchas obreras
silenciadas completamente por la prensa del régimen se repartía clandestinamente
por los militantes en la calle: donde
había concentración de personas, paradas de metro o autobuses, salida de
fabricas , estadios.
-La revista EL MILITANTE
dedicada a la formación de los militantes de la ORT con artículos de más calado
ideológico y de estrategia en la acción.
-Escuela de Cuadros, los
militantes más comprometidos con el partido se les proponía una formación mas
estructurada e intensiva durante fines de semana o periodos cortos, través de
la Escuela de Cuadros del partido, y tras este periodo de formación, el militante
pasaba a formar parte de estructuras del partido de mayor responsabilidad en
cuanto a la estructura organizativa e ideológica del partido.
Con esto os doy a
conocer la importancia de la formación
en mi pertenencia a un partido de izquierdas durante la década de los 70 .
Esto que yo viví en la
ORT, se podía hacer extensivo a los
muchos partidos de izquierdas bajo la dictadura fascista del General Franco.
También comentar que el
PCE, tenía escuelas de formación de cuadros del partido, de solera le venía de
muy atrás, disponiendo para la formación de sus militantes de escuelas
internacionales en la URSS u otros países comunistas o países con PC fuertes.
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