sábado, 17 de abril de 2021

Texto base para la tarea: El Teismo

 INVITACIÓN AL COLECTIVO DE IGUALES A REVISAR Y REFORMULAR lo divino y lo humano transcendente . Quizá encontremos una palabra común. Quizá nos ayuden los textos de Vigil y Teilhard. Esperamos en unos 15 días vuestra explicación (puedes reenviar a  colectivodeiguales@gmail.com     ) cuya síntesis común recibirás. Te servirá de un momento de consciencia en semana santa.

El Teísmo: un modelo útil, pero no absoluto para imaginar a Dios.

Jose Maria Martín Vigil. Teólogo latinoamericano significado en espiritualidad de la liberación, pluralismo religioso y nuevos paradigmas.

VER:

Una larga pero no eterna historia de la idea «Dios» Los antropólogos insisten en que el homo sapiens ha sido  homo religiosus  desde el principio. Este primate comenzó a ser «humano» cuando pasó a necesitar un sentido para vivir, y pasó a percibir una dimensión espiritual, sagrada, misteriosa...Pensábamos que esa dimensión religiosa dice relación necesaria a un «Dios», pero hoy sabemos que no siempre ha sido así.

Ahora tenemos datos de que durante todo el Paleolítico (70.000 a 10.000 a.e.c) nuestros ancestros adoraban a la Gran Diosa Madre,  confusamente identificada con la Naturaleza. La idea de «dios» es posterior, de la época de la revolución agraria (hace 10.000 años).

El dios guerrero, masculino,  que  habita   en  el   cielo  y  hace  alianza  con  la  tribu  es una idea divina reciente, que se generalizó y se impuso mayoritariamente en las religiones «agrarias». El concepto griego de dios («theos») marcaría más tarde a Occidente: es el «teísmo», una forma de concebir lo religioso centrándolo todo en la figura de «dios». Los dioses viven en un mundo encima del nuestro, y son poderosos, pero tienen pasiones humanas. Los filósofos griegos criticarán esa imagen demasiado humana de los dioses. También el cristianismo purificará su imagen de dios, que seguirá siendo, a pesar de todo, bastante antropomórfica: Dios ama, crea, decide, se arrepiente, interviene, perdona, redime, salva, tiene un plan... como nosotros, que al fin y al cabo estamos hechos a su imagen y semejanza

. Ese Dios todopoderoso, Creador, Causa primera, Señor, Juez... quedó en el centro de la cosmovisión religiosa occidental, como la estrella polar del firmamento religioso en torno a la que todo gira. De Dios no se podía ni dudar: la duda ya era un pecado, contra la fe. Creer o no creer en Dios: ésa era la cuestión decisiva.

La ciencia y la modernidad chocan con Dios

Pero a partir del siglo XVII, el avance de la ciencia va haciendo retroceder a «Dios» en todo aquello que hasta entonces se le había atribuido. Grotius lo dijo: todo funciona autónomamente, etsi Deus non daretur , como si Dios no existiera. La ciencia descubre las «leyes de la naturaleza»; los duendes y los espíritus ya no son necesarios, los milagros desaparecen, y hasta se hacen increíbles. Bultmann dirá: no se puede ser moderno y creer en el mundo de espíritus tradicional. No sólo la ciencia, también la psicología social nos transforma: el ser humano moderno adulto no se siente a gusto ante un Dios paternalista tapaagujeros. Bonhoeffer dirá: «Dios se retira, nos llama a vivir sin él, en una santidad laica». Si en el siglo XVIII comenzó el ateísmo, en el siglo XX se multiplicó por 12: fue la opción «religiosa» que más creció. Aumentan los «a-teos», los «sin-Dios», que no son personas de mala voluntad que quieran combatir a Dios, sino personas a las que Dios no les resulta creíble, ni siquiera inteligible. La idea clásica de «dios» entra en cuestionamiento.

Nuevos replanteamientos de la cuestión

El cristianismo occidental de los siglos XVIII-XIX interpretó el ateísmo como anticlericalismo, y en parte tenía razón. Pero más tarde reconocería que otra gran parte de razón la tenían los críticos ateos: «los cristianos hemos velado más que revelado el rostro de Dios» (Vaticano II, GS19). Hemos defendido malas imágenes de Dios, y ahora somos muchos cristianos los que reconocemos que «tampoco yo creo en ese Dios que no creen los ateos». Pero hoy día estamos dando un paso más: el concepto mismo «dios», aun purificado de las malas imágenes, es un concepto limitado, y de aceptación no universal. Más: hay quienes creen que ciertos conceptos de dios, son incluso dañinos, porque transmiten ideas profundamente equivocadas a la Humanidad. Baltodano cree urgente cambiar la imagen de Dios en su país, porque la imagen común que allí se tiene de Dios, es nociva. La cuestión es nueva, y muy seria: ¿qué estatuto damos al concepto «dios»?

 

JUZGAR:

 

La idea de «theos» tiene sus problemas mayoría de los creyentes lo creen así, literalmente;-es una «persona»: ama, perdona, ordena, tiene un plan... como nosotros... ¿no es antropomorfismo?;-es todopoderoso, Señor y Juez universal, premiador  y  castigador .. ¿una  proyección  del sistema  agrario?-ejerce y retiene la responsabilidad última sobre el curso de la historia (¿no nos desresponsabiliza?);-es el Creador: absolutamente «transcendente», totalmente diferente del cosmos... ¿Un dualismo radical que pone al Absoluto por un lado, y la realidad cósmica, despojada de todo valor, por otro?- tradicionalmente ha sido un dios «tribal», de mi país o de mi religión, que «nos ha escogido» y nos protege frente a los otros, nos ha revelado la verdad y nos da una misión universal sobre los demás... ¿? Bien considerado, todo esto no es más que una forma de imaginar a Dios, pero una forma que hace tiempo que va resultando inaceptable a un número creciente de personas... que sienten que creen en Dios, pero no en ese tipo de dios, no en «theos», que no sería más que una forma agraria de imaginar-concebir la Divinidad... Dios ha de ser algo más profundo que lo que esa fe tradicional ha imaginado como Dios.

Establezcamos una distinción

Una cosa es creer en el Misterio de Dios, en la Divinidad -la Realidad Última, inexpresable-, y otra es creer que ese Misterio adopte la forma concreta de dios-«theos» (un ser, ahí arriba, todopoderoso...).

Creer en la Realidad última, sin imagen de Dios

-La Realidad última, no puede ser tan sencilla como esa imagen de dios-theos... No podemos confundir lo que sea en verdad la Realidad última, con nuestra idea «dios». El teísmo es un «modelo», una forma concreta de imaginar-concebir lo divino, un instrumento conceptual, una ayuda, no imprescindible.-Es un instrumento cultural , que se ha mostrado sumamente útil, genial incluso; pero no es una «descripción» de la Realidad última, a la que no podemos «imaginar».-Es una creación humana; por eso ha ido cambiando, y está cambiando; ahora nos parece una idea evidente, pero la humanidad pasó mucho tiempo sin ella.-Hoy a muchas personas se les queda corta: no logran aceptar esa forma de imaginar la Realidad última. Sienten que el «teísmo», el imaginar la Realidad última como «dios», no es la única manera de relacio-narse con ella, ni es la mejor, ni siempre es buena. No hay por qué descalificar el «teísmo», que para muchas personas resulta útil, incluso imprescindible. Se trata de descubrir que es sólo un instrumento, y que otras personas necesitan otro modelo, no teísta. Creer o no creer en «dios» ya no es la cuestión; lo decisivo ahora es la experiencia espiritual de cada quien.

 

ACTUAR:

 

• Quien se sienta bien en la forma teísta tradicional puede seguir en ella; nadie debe ser molestado.

• No obstante, muchas personas y comunidades tradicionales harán bien en revisar este tema; no es bueno desconocerlo simplemente por pereza.

• En general hacen falta  nuevas imágenes,  nuevas metáforas  para Dios; las tradicionales están desgastadas y a muchas personas ya no les sirven.

• Hoy día, un número creciente de personas descubren que el teísmo les resulta incompatible con su percepción actual del mundo, y que fuera del teísmo, paradójicamente, se reconcilian con la dimensión divina de la realidad, con la Realidad Divina, nuevo nombre -más respetuoso- que dan a Dios.

• Los teólogos cada día ven más clara la posibilidad de un cristianismo  posteísta, aunque falte mucho por decantar bien esta intuición. Se podría ser cristiano y no ser teísta, no creer en «dios-theos», sino en la Realidad divina, en la Divinidad, en el Misterio, Vida  (fuente de ),

• Se puede -y se debe- releer las religiones más allá del teísmo (algunas no son teístas). Así como el modelo «dios» no es imprescindible, tampoco lo es la forma teísta clásica de las religiones. Podemos vivir más allá del teísmo, aunque no más allá de la Realidad Última. Una reinterpretación pos-teísta del cristianismo ya la están haciendo muchos, en la práctica y en la teoría, y conviene conocerla.

• La experiencia espiritual del ser humano es permanente, y va profundizándose, pero las imágenes y explicaciones que nos hemos dado a nosotros mismos para comprenderla y expresarla, han ido variando, y variarán, conforme crece nuestro conocimiento.

• La polémica tradicional por la existencia de Dios (creer o no creer en Dios...) es una discusión que ya no tiene sentido... El modelo teísta no es absoluto; es tan tradicional que a muchos les parece imprescindible, pero que no lo es. Y la alternativa al teísmo no es el ateísmo, sino el «pos-teísmo», o simplemente, el no teísmo. Ambas formas son compatibles con la experiencia espiritual del ser humano.

 

 

De artículo Ilia Delio

Habitamos dos mundos diferentes: en la experiencia diaria vivimos en una cultura marcada por la ciencia moderna; en la teología, la liturgia y la oración nos movemos, en cambio, en un mundo premoderno, porque gran parte de nuestros símbolos religiosos están estrechamente vinculados a una cosmología que ya hemos dejado atrás. Esta era también una preocupación  de Teilhard. En la carta que dirige a Emmanuel Mounier el 2 de noviembre de 1947, escribe:

«Dado un desarrollo de la ciencia, ciertas representaciones de Dios y ciertas formas de adoración quedan excluidas porque no son homogéneas con las dimensiones espirituales del universo». Y esto afecta de manera especial a la cristología, ya que el sentido de los términos «Dios» y «hombre» no es el mismo en un universo evolutivo que en el universo estático de la antigüedad. La tradición cristiana, que no es monolítica, afortunadamente tiene recursos para responder a este reto, si bien tendrá que hacerlo desde el diálogo con las nuevas concepciones científicas. El gran motivo teológico al que se puede recurrir a este fin, aunque haya que dinamizarlo, es el Cristo cósmico, genial intuición paulina.

Teilhard de Chardin

Añadimos unos textos de Teilhard de Chardin, científico y místico, que pueden facilitar el acceso a lo Divino usando esta nueva cosmovisión religiosa de una presencia divina:

-“Si se puede modificar ligeramente una palabra sagrada, diremos que el gran misterio del cristianismo no es exactamente la APARICIÓN, sino la TRANSPARENCIA de Dios en el Universo. No vuestra Epifanía, Jesús, sino vuestra Diafanía.” ,(Medio Divino p.111)

 -“ En torno a nosotros, por todas partes, de izquierda a derecha, por detrás y por delante, por abajo y por arriba, nos ha bastado con superar un poco la zona de las apariencias sensibles para ver surgir y transparentarse lo Divino. La Presencia Divina ha brotado tan universalmente, nos hallamos de tal modo rodeados y traspasados por ella, que ni nos queda espacio en que caer de rodillas, ni siquiera en el fondo de nosotros mismos. Valiendose de todas las criaturas, sin excepción alguna, lo Divino nos asedia, nos penetra, nos fragua …. que como dice S.Pablo, en El vivimos, nos movemos y existimos “ (Medio Divino p.91)

-Teilhard se refiere a la intuición mística fundamental de descubrir una unidad en la pluralidad del Universo, una Consistencia. Al gozo de haber encontrado por fín un objeto universal y sólido en el que cimentarse por encima de los goces fracmentarios, la Naturaleza. Y le sale esta oración: “Ahora, Señor, que se me ha descubierto la Consistencia trasparente en la que todos somos cogidos, este esfuerzo místico por ver, debe dejar lugar al esfuerzo por sentir y entregarme. Yo quiero Señor, para mejor abrazarte, que mi conciencia se vuelva tan grande como los cielos, la tierra y los pueblos; tan profunda como el pasado, el desierto y el océano; tan sutil como los átomos de la materia. No hace falta acaso que mi amor tenga una raíz en cada cosa, porque es por la superficie total del Mundo como Tú te me ofreces, para que yo te sienta y yo te alcance . Haciendo esto, repito el gesto exterior de los paganos y los sabios de la Tierra. Entre aquellos que me ven, más de uno sacudirá su cabeza acusándome de adorar la Naturaleza. ……

-Hay que tener en cuenta que la visión científica de un mundo en evolución ocupa un lugar importante en la espiritualidad de Teilhard.  En la aclaración a este texto (Medio Divino) dice que “escribe para aquellos que entienden sobre todo la voz de la Tierra, que sienten la fascinación por un Universo, que las ciencias nos presentan cada vez más grande, pero que esto no debe ser obstáculo en la búsqueda de Dios, sino todo lo contrario, y así exclama: ¡Más grande Señor, cada vez más grande sea tu Universo, a fin de que por un contacto intensificado y agrandado sin cesar, yo te alcance y sea alcanzado por Ti”. Así habla de la divinización de las actividades.  

(Ver más sobre el tema en  obispo evangélico Spong: “Un cristianismo nuevo para un mundo nuevo”  y Lenaers: “Jesús de Nazaret, un hombre como nosotros” y Jose Mª Castillo: “La humanización de Dios”  ROBINSON en "Sincero pra con Dios)

ACTIVIDAD DEL GRUPO PARA REENVIAR:    ¿CUALES SON LOS CONCEPTOS  O  PALABRAS QUE MEJOR TE EXPRESAN TU TRASCENDENCIA?

DIVINIDAD ……… DIOS………..EL MISTERIO………… REALIDAD ÚLTIMA…………..SEÑOR…………CRISTO……...OTRA (escríbelas y razónalas) ……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

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