Texto 2
INTERNACIONAL DEL ODIO . Tamayo. ( Introducción: ROSA)
La internacional del odio. Juan José Tamayo
Texto 3
La civilización empática: Esperanza y riesgo.
DERECHOS HUMANOS
Este es el título del nuevo finde, tras una tormenta de ideas y una elección del título por parte de la Comisión de preparación, que responde a la necesidad de mirar nuestra situación actual tras la pandemia con empatía, con ganas de no caer en la tristeza y desasosiego de una realidad postpandémica de la que hemos salido a nivel mundial debilitados más que fortalecidos, pero decidimos en la Comisión que para no caer en la melancolía y compensar tantas perdidas e inseguridades, vamos a centrar este finde en resaltar autores que entre sus análisis están ambos lados de la moneda la cara y la cruz. Pero vamos a enfatizar en los aspectos positivos para destacar, la cara de la realidad actual y no la cruz.
Voy hacer referencia a Antonio Gramsci (filósofo italiano, teórico marxista) al que le atribuyen una frase que vienen al pelo, de lo que queremos resaltar en este finde. Dice: “Soy un pesimista esperanzado o un optimista trágico, pero lo más importante es, que debemos conservar la esperanza, sin ella estamos perdidos”.
Tenemos que hacer una síntesis entre los estados de pesimismo y optimismo y superarlos. Mediante el análisis de la realidad, con el uso de la inteligencia y razón hay motivos para el pesimismo en la actualidad, porque nuestras debilidades y amenazas son muy importantes como humanidad, pero nuestra voluntad debe ser optimista y darle cancha a nuestras fortalezas que también todos y todas tenemos, para salir del atolladero, de ahí la necesidad de empatía de compartir con nuestros cercanos. Compartir en verdad, ideas y llevar a cabo acciones progresistas y solidarias.
Yo voy haceros un resumen de la “cara no de la cruz” es decir de “la resurrección” de los derechos humanos, de un cuaderno, el último el 222, editado por Cristianismo y Justicia de Josetxo Ordoñez y que se titula. “Pasión, muerte y resurrección de los derechos humanos”
Para el autor el sustrato de los derechos humanos es la dignidad, una dignidad común para las personas libres e iguales. Si pensamos en clave cosmopolita e intercultural debemos atender a las múltiples maneras de entender la dignidad. Y así relata el autor:
1.- Dignidad del hombre hecho a la imagen de Dios, constituido el hombre como señor de la creación. Esto ha sido un magnífico pretexto para el desvarío ecológico de la civilización económica capitalista. Hay algunas voces feministas que refieren que los sufrientes del mundo, los pobres y las mujeres pobres, también son imagen de Dios. Y ante ellos y ellas hay que arrodillarse como espacio sagrado.
2.- Dignidad como liberación. La teología de la liberación nos ha enseñado que la liberación es algo más que libertad. La libertad se presta más a fundamentalismos teóricos pero liberar, se trata de liberar a los pobres del hambre, de la explotación, de la enfermedad…. Esto es lo primero. Después vendrán los derechos civiles o políticos, de aquí se entiende la liberación como tarea para la dignidad.
3.- Dignidad como resistencia cultural. En la filosofía africana o en las corrientes de pensamiento indígena americano, se difunde la idea de interdependencia. “Yo soy porque tú eres” la dignidad para esta corriente de pensamiento, en que se es persona por medio de otros, de ahí la importancia de la comunidad: de los vivos, de los ancestros y de los que aún no han nacido y además el concepto de vida se amplía al medioambiente y la dignidad de los seres humanos es indistinguible de la dignidad de la naturaleza, la Pachamama. Y proponen modos de vida en armonía con la comunidad y con el resto de los seres vivos y así se ha traducido esta visión en el preámbulo de la actual constitución política de Ecuador. “Una nueva forma de convivencia ciudadana en armonía con la naturaleza….” Las corrientes de decrecimiento también pueden ser formas de resistencia cultural al crecimiento ilimitado e insostenible, de las sociedades desarrolladas.
4.- Dignidad olvida de “la carne y los cuerpos humanos”. Para visualizar esto se trae a los emigrantes y refugiados y los CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) en donde se recluyen a los que han recibido una orden de expulsión y no han regresado a su país de origen o aquellos que tras orden de expulsión no la han podido ejecutar las autoridades competentes. Estas personas no tienen entidad jurídica en el país donde se encuentran, porque no deberían estar, es como si no existieran en el territorio del Estado, desde una consideración legal, solo falta que desaparezcan sus cuerpos. Giorgio Agamben ha pensado magistralmente esta paradoja del cuerpo humano disponible por el poder. Giorgio es un filósofo italiano de renombre internacional que acuña el termino de “Nuda vida” que es la vida desprovista de toda cualificación, es la que tienen en común la vida humana con la de un caracol o una planta. Considera a la persona como un cuerpo vivo y saca la vida de las personas de su contexto cultural, social, político y la trata como mero residuo que vive y que puede ser objeto de experimentación o puede ser aniquilado sin que esto se considere punible, sea un delito. (Conflictos armados con muerte de civiles con niños incluidos, destrucción de hospitales con muerte de enfermos y personal sanitario…..)
Una vez ampliado el campo de los DDHH a través de del concepto de dignidad el autor pasa a resucitar los derechos humanos añadiendo según refiere humildemente a sus propuestas lo que también recogen las de otros autores que le preceden y que interpelan a veces con urgencia a cerca de los DDHH. El autor cita especialmente a el profesor Vicente Martínez Guzmán, filosofo, catedrático en la U. de Castellón y sabio de la paz y del dialogo intercultural, también colaboro en sus últimos años con Cuadernos de J y P. y refería “Nosotros superamos la unilateralidad de la razón, para hablar de las razones, los sentimientos, las emociones, el cariño y la ternura. No hay dicotomía entre razón y cuidado. Dejamos de concebir el mundo como un espacio abstracto y lo concebimos como una diversidad de lugares. Nos comprometemos a reconstruir los saberes de los lugareños, los saberes vernaculares (los saberes nativos, domésticos propios del lugar donde han nacido) superamos así la dicotomía entre la naturaleza y la cultura. También pesamos que saber hacer las paces, no es solo para héroes sino para gente como nosotros con nuestras grandezas y nuestras miserias, nuestro egoísmo y nuestra solidaridad. De ahí la necesidad de debates públicos, movimientos sociales y maneras de gobernarnos, por encima y por debajo de los Estados-nación. Pasa a reseñar nuevos derechos humanos acordes con la realidad actual que vivimos.
- Derecho al reconocimiento de las nuevas dignidades.
- Derecho a conocimientos alternativos.
- Derecho a la reparación y la justicia ante la violación individual de los derechos humanos.
- Derecho a la transformación del derecho a la propiedad privada, que debe orientarse al bien común mas allá de del Estado y del mercado. Hay que reivindicar un derecho social y colectivo de los bienes.
- Derecho al reconocimiento y el deber de velar por la casa común la naturaleza y preservarla para las generaciones futuras.
- Derecho a llevar al capitalismo histórico a juicio en un tribunal mundial. El capitalismo debe rendir cuentas por su alta responsabilidad en la muerte de los DDHH, la creación masiva de miseria y la destrucción ecológica.
- Derecho al desarrollo a escala mundial que no es lo mismo que crecimiento.
- Derecho a la paz en todo el mundo.
- Derecho a la autodeterminación democrática.
- Derecho al cuidado, la ternura y la misericordia.
- Todos estos derechos nos plantean un desafío y nos llevan a tener en cuénta la interdependencia, la interculturalidad a tomar en serio los saberes de los pueblos y las localidades y enderezar las torcidas relaciones humanas, esto nos llevan hacer las paces con nuestros semejantes y así reconocer la dignidad de que antes hablamos.
“Los derechos humanos hay que inventarlos, imaginarlos, iluminarlos.” Frase de Vicente Martínez Guzmán
Esperanza Morales. Junio 2021. Dos Hermanas.
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